Ansiedad Generalizada
La ansiedad que experimentan los adultos mayores puede ser bastante diferente de la ansiedad en las personas más jóvenes, ya que puede ser el resultado de los cambios en el cerebro.
En esta entrada del blog hablaremos de todo lo que necesitas saber sobre la ansiedad en los adultos mayores: qué es, cómo identificarla, cuáles son los síntomas, cómo controlarla y los tratamientos disponibles, así también concluiremos con algunos ejercicios para afrontar la ansiedad.
La ansiedad se puede definir como la respuesta emocional a situaciones que se salen de nuestro control. Recuerda que es normal experimentarla en nuestra vida diaria, sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva o irracional (por ejemplo, empieza a preocuparte todo, cosas o situaciones que anteriormente ni imaginabas o pensabas), puede interferir en tu vida y causar algunos síntomas físicos.
Al ser también una parte importante de la respuesta de lucha o huida que hemos desarrollado a lo largo del tiempo, la ansiedad puede ayudarnos a gestionar mejor las situaciones difíciles: por ejemplo, sentirse ansioso antes de subir al escenario nos ayudará a prepararnos mejor para no meter la pata.
En los adultos mayores que, por lo demás, están sanos, la ansiedad suele provenir de cambios en el cerebro causados por el envejecimiento. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas personas cuentan con muchos factores de riesgo, incluida la edad. Por lo que la ansiedad en los adultos mayores puede estar causada también por medicamentos, problemas de sueño, enfermedades crónicas (como las cardiovasculares) y preocupaciones económicas o familiares.
Aunque algunos pueden empezar a experimentar ciertos niveles de estrés a medida que envejecen, esto no es cierto para todo el mundo ni para todos los casos, por lo que es importante desglosar lo que se quiere decir cuando se describe la "ansiedad" antes de avanzar con cualquier tratamiento o prescripción. También es muy importante tener en cuenta que hay formas de controlar la ansiedad en las que no siempre es necesario recurrir a la medicación.
El principal síntoma de la ansiedad es la preocupación excesiva por distintas situaciones: qué puede salir mal este día, cómo se comportará la familia, cómo me las arreglaré para salir de la cama hoy porque me duele demasiado, etc.
Otros signos y síntomas de la ansiedad pueden incluir inquietud, irritabilidad o arrebatos de ira, dificultad para conciliar o mantener el sueño y problemas de concentración, además de los otros síntomas ya conocidos. Todo esto dependerá de la persona. Recuerda que no todos vivimos la ansiedad de la misma manera.
Además de estos síntomas, un signo del trastorno de ansiedad en los adultos mayores es el comportamiento de evitación: evitan a toda costa ciertas actividades o situaciones para ya no sentirse de esa manera de nuevo. Esto a menudo les lleva a aislarse, lo que empeora su estado, y les lleva a la depresión y a más ansiedad, ¡y comienza un círculo vicioso!
Si tu ansiedad se vuelve tan grave que te impide hacer tu vida cotidiana (que ya no puedas salir de casa, por ejemplo), no dudes en buscar ayuda profesional.
Es importante mantener el canal de comunicación con un ser querido que lucha contra la ansiedad, en este caso, estar atentos a los adultos mayores que nos rodean, pues en nosotros está el brindarles ayuda.
La ansiedad en los adultos mayores es algo que puede controlarse mediante asesoramiento, medicación y cambios en el estilo de vida.
Por ejemplo, podemos invitarlo a que asistir a actividades de grupo para evitar el aislamiento, o simplemente a pasar tiempo con otras personas jugando en casa. También motivarlos a que tengan sus rutinas de ejercicio en casa para estirarse o caminatas al aire libre, lo cual resulta beneficioso.
También hay que intentar reducir los niveles de ansiedad de otras maneras, como las técnicas de meditación, en las que la persona respira lentamente mientras tensa ciertos músculos de su cuerpo antes de soltarlos, dejando así de lado cualquier tensión que se produzca.
Es importante estar pendientes de su apetito, sus hábitos de sueño y sus estados de ánimo, para así descubrir las señales de alerta con tiempo.
En el caso de los familiares que están separados físicamente, por cuestiones laborales o de pandemia como suele suceder en estos tiempos, hay que encontrar maneras creativas de reconectarse con los adultos mayores, ya sea a través de videochats o pequeños eventos organizados por zoom, por ejemplo.
Es importante que no se haga sentir a los enfermos de ansiedad culpables o avergonzados, al contrario, siempre apoyarlos y demostrarles nuestro cariño y respeto.
Las terapias han demostrado ser útiles para las personas con problemas de ansiedad, por lo que sería beneficioso que la persona mayor pudiera recibir asesoramiento de un profesional de forma continua.
De igual manera, hay ocasiones en las que resulta necesaria la medicación para controlar la ansiedad en los adultos, pero esto siempre debe ser autorizado por un profesional, pues se deben tomar en cuenta los posibles efectos secundarios.
También es importante llevar un plan de alimentación saludable que incluya vitaminas y minerales, lo cual aumentará la inmunidad contra los ataques de ansiedad.
Lo más recomendable es que las técnicas de control de la ansiedad sean impartidas por profesionales que comprendan cómo afectan los distintos factores a la vida de las personas de forma más eficaz, para que todo se lleve a cabo en un entorno agradable y controlado. En algunos casos, los profesionales de la salud mental pueden capacitar a familiares o cuidadores de adultos mayores con técnicas para el manejo de la ansiedad.
El tipo de tratamiento que se elija dependerá de los síntomas de ansiedad, de la gravedad y de lo que mejor funcione para cada persona. No hay una forma establecida de tratar la ansiedad en los adultos mayores porque cada persona tiene necesidades diferentes a la hora de controlarla.
Cuando tu familiar esté sufriendo una crisis de ansiedad, es importante mantener la calma.
En momentos como éste, ¡las acciones hablan mucho más que las palabras! Si es posible, ofrece un apoyo tangible, como cogerle la mano, para ayudarle a sentirse seguro y reconfortado físicamente. Recuerda siempre: ¡Necesitan tu amor y tu apoyo más que nunca en momentos como éste!
Si la crisis pasa sin atención médica, intenta comprender qué la ha causado para evitar situaciones similares en el futuro. Si no puedes evitar que los ataques de ansiedad vuelvan a producirse, acompaña a tu familiar durante el periodo de recuperación para que se sienta apoyado. Aunque a primera vista parezca imposible, aprender a afrontar la ansiedad reducirá su impacto en la vida diaria y reforzará la relación que tienen.
Al igual que la ansiedad, la depresión es muy común entre los adultos mayores. Se calcula que aproximadamente uno de cada tres adultos mayores sufrirá alguna forma de depresión.
Recuerda no desestimar las “quejas” que puedas escuchar de ellos, haciéndoles sentir que no tienen importancia o que son momentáneas, pues muchas veces estos sentimientos pueden ser indicadores de algún problema de salud, pues la ansiedad también puede ser síntoma de otras enfermedades, como una tiroides hiperactiva o el asma.
Así también, la depresión puede relacionarse con enfermedades crónicas o lesiones, que se vuelven más comunes con el paso de la edad. Por ejemplo, las personas con artritis o enfermedad de Parkinson suelen sufrir depresión.
Además, la depresión es una dolencia común entre las personas que han sufrido acontecimientos traumáticos, como la pérdida de un ser querido o una lesión física.
Es importante también saber que las personas mayores que sufren ansiedad y/o ataques de pánico u otros trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar y la esquizofrenia, también pueden correr el riesgo de desarrollar demencia, debido al daño que estas enfermedades causan en la función cerebral.
Así que para descartar cualquier problema médico subyacente que pueda contribuir a los trastornos del estado de ánimo, los médicos deben examinar de forma rutinaria a todos los pacientes que presenten signos y síntomas que sugieran depresión.
Por eso es sumamente esencial que se busque el tratamiento adecuado, con intervenciones tanto psicológicas como médicas.
La ansiedad en los adultos mayores es real y puede tener un gran impacto en la calidad de vida. Por eso es importante conocer los signos para que tú o tu ser querido busquen ayuda a tiempo.
En nuestra página encontrarás más información sobre ansiedad, ¡y no sólo para adultos mayores!
Si necesitas ayuda con este tema, ponte en contacto con nosotros y estaremos felices de acompañarte en el proceso.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Colaboradores: Pablo Aparicio y María Milagros.