Si tienes miedo de ti mismo… necesitas saber lo que es tu sombra y aprender a iluminarla.
Físicamente tenemos una sombra, y nos acompaña casi siempre que nos da la luz. Eso es interesante ¿no? Solamente ante la presencia de la luz pegándonos en algún ángulo al cuerpo, aparece la sombra física.
Pero no es a esta sombra a la que me refiero, me refiero a la sombra de tu consciencia, o sea, tu inconsciencia.
Así como tu cuerpo genera una sombra física, tu consciencia tiene una sombra interna, y es tu inconsciente.
Tu sombra inconsciente se compone de todos tus impulsos instintivos no reconocidos y no aceptados, de todas las emociones y necesidades rechazadas y negadas en ti por tu consciencia. Es toda esa información que conscientemente no has procesado, por miedo o por negación, pero que vive dentro de ti.
También pueden haber recuerdos de dolor, los cuales tampoco fueron sanados en su momento, pero que están ahí generando más tensión, dolor, enojos y frustraciones.
Tu sombra es como una cárcel interna que te has hecho donde encierras todo lo que has aprendido que “no debes” de ser, sentir o hacer.
Le podemos tener miedo a la sombra porque en apariencia es oscura y desconocida, porque sentimos que tiene tal fuerza que si la dejáramos salir “no la podríamos controlar”, y que se podría apoderar de nosotros y entonces perderíamos el control y podríamos hacernos daño a nosotros y a los demás.
Le tenemos miedo a la sombra por nuestra alta necesidad de estar en control todo el tiempo. Por no dejarnos sentir y llevar por nuestros instintos, por querer ser perfectos y fuertes todo el tiempo, por no dejarnos sentir emociones desagradables o “negativas”.
Es por esto mismo que muchas personas le tienen miedo a consumir alguna droga o algo que les haga perder la consciencia, ya que… ¿quién los controlaría? ¿perder el control? ¡jamás!
La sombra en realidad no es mala y tampoco es peligrosa, simplemente es sombra que necesita ser iluminada. En el momento que es iluminada, deja de ser sombra y se transforma en consciencia. El problema es que evitamos contactar con la sombra por miedo a que se apodere de nosotros y nos perdamos de nosotros mismos.
Esto no sucedería, pero la lucha contra tu sombra, contra tus impulsos y tus emociones “negativas”, es lo que te está haciendo sentir que en cualquier momento podrías perder el control o hacer alguna locura. Es tu resistencia a aceptar tu sombra, la que te está generando estragos, pero tu sombra no tiene nada que ver.
La sombra se genera porque tu desde tu consciencia evitas impulsos, sentimientos y necesidades. Pero esos impulsos, sentimientos y necesidades son simplemente lo que te hacen humano, realmente no son peligrosos, es lo que tu mente o ego te dice que es peligroso, pero en realidad no lo son.
A veces las personas que tendemos a la ansiedad nos hicimos la idea en la cabeza de que no debíamos de sentir enojo, es más, nos sentíamos culpables si sentíamos enojo de niños, e inclusive, si de repente no teníamos un sentimiento de agrado hacia nuestros papas o hermanos, nos castigábamos y nos reprimíamos por sentir eso.
Claro, porque somos buenas personas… jeje pero el sentir enojo no nos quita lo buena persona, el tener sombra no nos hace oscuros, y el tener buenas intenciones tampoco nos hace buenos.
Después de que guardas muchos enojos dentro, estos se acumulan y le van dando fuerza a tu sombra, haciéndola sentir cada vez más grande y poderosa, hasta que… sientes que te puede sobrepasar.
Es importante que sepas que más vale echarse el clavado y ser consciente de tu sombra, que vivir con miedo de que te alcance y se apodere de ti. Tu sombra eres tu mismo, y no porque aceptes tu polaridad, significa que eres tu polaridad.
No eres ni totalmente bueno ni totalmente malo, no eres ni totalmente un ángel ni totalmente un demonio, no eres ni bueno ni malo ni ángel ni demonio, eres humano, sientes, y tienes polaridades dentro.
Entonces, tú puedes tener dentro impulsos fuertes de enojo y agresión hacia los demás, y al mismo tiempo un ángel que te dice que eres puro amor. Pero la realidad, es que tú eres el que decides ser, tú eres el que escucha a sus dos polaridades, y se decide por una, o más bien, tu eres el que observa las dos polaridades, las mezcla, las acepta como parte de sí mismo, y se crea a sí mismo.
Yo creo que tu y yo y todo mundo en esencia somos amor, y algo interesante, es que el odio es parte del amor, si… ¿cómo? aja, el odio es parte del amor, no podría existir el amor sin el miedo y sin el odio, no podría existir la bondad sin la maldad, pero al final, todos son parte de una misma esencia: amor.
Lo único que tu sombra te está pidiendo, es que la reconozcas para que te definas y que veas que eres la mezcla de todo lo que tienes entendido por positivo y por negativo, eres la suma, más no el rechazo de tu polaridad. No eres bueno porque decides no ser malo, eres amor, punto, y tienes polaridades entendidas como negativas y otras positivas.
A mi me gusta imaginarme que soy como un arcoiris, con múltiples colores, no soy ni rosa ni azul… de repente brilla más el rosa y de repente más el azul, ¿hay rosa en el arcoíris? No a la luz tangible, pero claro que sí, todos los colores están ahí dentro.
Y a eso es a lo que me refiero, dentro de ti vive todo lo que vive en la Tierra, y negarlo, es lo que genera tensión, división interior que tarde o temprano te hará sentir fragmentado, dividido y en peligro de que la “parte mala” se apodere de ti.
Acepta tus sentimientos de enojo y de ira, acepta que de repente no eres “tan buena persona”, acepta que de repente te gustaría hacer lo que se te… antoje, acepta que de repente no quieres ayudar a los demás, acepta que de repente quisieras aventar el cenicero y romper la ventana, acepta que de repente tienes impulsos incontrolables… simplemente acéptalos, y después, decide qué hacer con ellos.
O sea, que no tienes que hacer nada con esos sentimientos, simplemente reconocerlos como parte de ti y dejar de juzgarte por tenerlos. Y como les digo, una vez que los aceptes, los puedes transformar.
Cuando entras a un cuarto totalmente oscuro y prendes una pequeña vela, todo el cuarto se ilumina. Lo mismo pasa con tu consciencia y tu inconsciencia, una vez que iluminas tu inconsciente con tu consciencia, se ilumina, y deja de ser oscuro.
Así es que siéntate a mirar hacia dentro, conócete tal y como eres, acepta todo lo que sientes como parte de ti, y decide por encima de todo eso quién quieres ser.
Cuando aceptes esa energía fuerte e intensa, oscura y en apariencia incontrolable que vive dentro de ti… te darás cuenta que era tan solo tu niño interno pidiendo atención, que eres tan sólo tu mismo necesitando cariño y aceptación por ti mismo, te abrazarás, te querrás un poco más, te aceptaras tal y como eres… y entonces si, con consciencia, podrás decidir tu realidad.
Por último también te comparto otro post que creo puedes encontrar de mucha utilidad "como dejar de pensar tanto en la ansiedad".