Te quiero compartir algunas ideas para atravesarlos lo mejor posible y poder reconectar contigo.
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Hay momentos “difíciles” en el sentido de que suceden cosas a nuestra alrededor o en nuestro interior que nos retan, por ejemplo, perder un ser querido, atravesar una enfermedad propia o de un familiar, cambio de ciudad, de trabajo, sucesos políticos y sociales y también estar en medio de eventos de la naturaleza.
En estos momentos mi principal recomendación es que te enfoques en sentir tus emociones momento a momento, que te abras al cambio constante, que no descuides tus necesidades físicas y trates de mantener a la vista la perspectiva correcta de lo que está pasando, esto para evitar aumentar las emociones con interpretaciones equivocadas.
Cuando digo “atravesar” me refiero a que lo que estamos viviendo pasa a través de nosotros y no es eterno. Realmente nada de lo que vivimos es eterno, toda emoción y situación es pasajera y se convierte en una nueva emoción o situación. Los momentos difíciles nos atraviesan y a veces ayuda mucho saber que lo que necesitamos hacer es mantenernos tranquilos mientras que pasa.
Precisamente como estamos atravesando un momento difícil, no ayuda mucho querer concluir y entender a la perfección lo que está pasando. A veces las conclusiones a las que llegamos están distorsionadas por la intensidad emocional de lo que estamos viviendo, y podemos llegar a conclusiones equivocadas que nos hacen sentir peor. Conclusiones como “algo mal he de haber hecho para merecer esto, no habrá solución, esto va de mal en peor, algo malo está pasando…, etc etc”. Se trata simplemente de que comprendas que estando en medio de una situación difícil a nivel emocional, es mejor evitar pensar pues quizás pensemos “chueco”.
Ya si de repente te caen veintes o te llegan realizaciones que te hacen sentir más en paz o positivo, entonces sí hazles caso.
Creo que es mejor enfocarnos en sentir y vivir lo que estamos viviendo. Permitir el dolor en caso de que ahí esté, permitir el miedo en caso de que ahí esté también. Darle espacio a esas emociones pero sin agregarle pensamiento, para que sean las más genuinas posibles. Y después, preguntarnos si hay algo que podamos hacer para mejorar esa situación.
A veces por estar en nuestra mente dejamos de ver lo que sí está pasando a nuestro alrededor inmediato, dejamos de ver las cosas lindas, lo bonito del momento presente y podemos llegar a la equivocada conclusión de que TODA la realidad está mal. Ayuda mucho tener la perspectiva de que no es toda la realidad, de que es un aspecto de la realidad, que sí, hay que sentir y atender, hay que hacer algo por mejorarlo, más no dejarnos engañar de que todo está mal porque estás viviendo una situación difícil.
Si de por sí en la vida normal y rutinaria vivimos muchas emociones en un mismo día… cuando atravesamos situaciones difíciles hemos de desahogar un poco más. te confieso que en estos días dos después del temblor en México he escrito más de lo normal, casi diario, para liberar, soltar, reconocer qué está pasando en mi interior, cómo lo estoy viviendo y cómo puedo vivirlo mejor.
Así como he estado escribiendo, he estado meditando casi diario. Tanto un momento de Mindfulness como un momento de hoponopono. Con estas meditaciones lo que hago es reconocer lo que hay en mi interior a nivel físico y emocional, darles un espacio para sentirlo y reconocerlo y después sanar a través del perdón, el agradecimiento y el amor.
A veces queremos tener todas las respuestas, saber qué va a pasar en el futuro a la perfección, resolver todo a la vez. Pero creo que es mejor ir paso a paso, enfocándonos en cada momento, reconociendo lo que ese momento nos va pidiendo, pues no todo el tiempo es la misma intensidad de la situación, hay inclusive momentos en los que caes en cuenta de cosas positivas, o que sientes cosas agradables, y hay que darles también su espacio, darnos también el permiso de ir dejando atrás el dolor. Mientras tanto, resolver lo que se va presentando frente a nosotros.
Sabiendo que la realidad inmediata está en constante cambio y movimiento, sabiendo que la realidad inmediata tiene todos los matices de colores, todo tipo de información, que no es blanco y negro, que no es buena ni mala, que puede hacerte sentir muchas cosas a la vez y que sí, así como es, es perfecta
Para este punto te puede ayudar mucho un post que escribí sobre Mi secreto para cambiar de un estado emocional negativo a positivo
Con esto me refiero a que las situaciones internas y externas nos llevan a una mejora personal, a una evolución en la que ampliamos nuestras capacidades internas, son oportunidades para poner en práctica lo que ya sabemos que nos hace bien, momentos para amarnos a pesar de todo.
En medio de todo este proceso es importante que no te descuides a ti mismo, a veces por estar en alerta se nos olvida que tenemos que comer, descansar y hasta bañarnos. Pero no lo dejes, hazlo aunque no tengas ganas.
Ahora, eso es mientras que los estamos atravesando y creo que a la par hemos de hacer algunas cosas para reconectar con nosotros, para volver a sentirnos en equilibrio y en contacto con nosotros mismos. Todas las actividades pasadas nos ayudan a reconectar pero estas un poco más:
He visto que mientras más nos enfrascamos en el interior de nuestras casas, de la televisión, del celular, de las paredes.. más fácil es perder perspectiva y contacto con la realidad. Afuera hay una realidad sucediendo, está el sol, las aves, las plantas, la lluvia… y convivir con esa realidad es muy sanador, de hecho está científicamente comprobado que necesitamos alrededor de media hora diaria de actividades al aire libre y contacto con el exterior para tener salud mental. (mínimo)
Atreverte a hacer algo que no vaya enfocado a resolver eso que te preocupa o que te duele, quizás invitar unos amigos y jugar juegos de mesa, jugar con tus hijos, jugar tú solo con una pelota contra la pared… ¡lo que sea! que traiga tu atención al presente, a una actividad totalmente fuera de lo que “tendria que ser atendido”, ayuda mucho para desconectar la mente del conflicto y darnos perspectiva.
De verdad que esa sensación en mi pecho de dolorcito emocional se me quitó impresionante después de hacer una buena rutina de estiramientos y Yoga. Date el tiempo de mover tu cuerpo, puedes hacer baile libre, estirarte, salir a caminar pero con esa sensación de irte estirando…o hacer cualquiera que sea el deporte que más te gusta.
El consentirte es algo básico para reconectar contigo mismo. Es como un acto de “me amo y me doy el tiempo para cuidarme”. Por eso, tomarte el tiempo para bañarte con calma, cuidar de tu cuerpo, prepararte algo rico y sano de comer, levantar tus pies y darte un masajito, acostarte en un lugar cómodo a leer o escribir, darte el tiempo de no hacer nada en específico.
Ya sabes que también siempre recomiendo mucho el escribir y hablar en voz alta sobre lo que sientes, creo que es de las mejores formas para desahogar nuestras emociones y poner “orden” en ellas y en nuestra mente. En estos días he escrito prácticamente diario, y de verdad te puedo decir que ayuda muchisisisimo.
Dicen que el otro es nuestro espejo, y es que es real. Nos definimos a nosotros mismos y nos re estructuramos gracias al espejo que nos representa el otro. Por eso sí es importante dialogar y convivir con personas diferentes a tu rutina, tener ciertos amigos donde puedas volver a contar con confianza y rehacer la historia que te dices a ti mismo a través de contársela a alguien más. Más, escucharles en su propia historia tambien te ayuda
Más allá de consentirte, pasear o socializar, ¿qué disfrutas? ¿qué te hace sentir tú mismo? si no lo sabes bien, entonces te recomiendo que hagas una lista para que hagas lluvia de ideas de actividades que podrías disfrutar y empezar a hacerlas.
A veces no queda más que mantenernos con la certeza de que los momentos difíciles pasan, y que para pasarlos lo mejor posibles, hemos de hacerlo conectados con nosotros mismos, de esta forma, no nos costará tanto trabajo reconectar después.
Y a ti.. ¿qué te ayuda para atravesar y reconectar contigo después de momentos difíciles?
