Te quiero compartir cómo mejorar y modificar las creencias que tienes de ti.
Atreverte a cambiar el concepto que tienes de ti mismo requiere de esfuerzo y humildad para reconocer que estabas equivocado, que quizás no eres 100% débil, incapaz o incompetente, y empezar a ver el otro lado de la moneda, la otra parte de tu historia en la que has sido lo contrario: capaz, competente y fuerte.
Definitivamente tú te comportas y reaccionas en función de lo que piensas de ti mismo, y esto es, en función a las creencias que has ido generando sobre ti. Éstas creencias que tienes ahora, las has ido formando a partir de experiencias de tu pasado, de lo que te dijeron sobre ti, de las comparaciones que haces de ti con otros, de lo que ves en la televisión…y a veces éstas creencias no son reales, pero tú crees que lo son, e inclusive tienes pruebas que lo demuestran, pero muy probablemente no estás viendo el panorama completo, sobre todo si el concepto que tienes de ti mismo es negativo.
Y suponiendo que sí fueras débil o incompetente para algunas cosas, ¿por qué no habrías de poder superarlo? Me asombra mucho cuando las personas aseguran “es que así soy, así he sido siempre”, bueno, y porque así has sido desde que tienes memoria, significa que ¿así tienes que seguir siendo? ¿No existe la posibilidad de cambio?
Yo no creo que nazcamos débiles o incompetentes para enfrentar los miedos, creo que nos vamos haciendo inseguros porque dejamos de creer en nosotros y entonces nos vamos sintiendo débiles, pero no nacimos así, nos hicimos, y de la misma forma que nos hacemos, nos podemos deshacer y volver a reinventar.
Entonces, por un lado hay que analizar las creencias que tienes de ti y ver si son reales o no, buscando hechos del pasado que las sustenten y hechos que demuestren lo contrario, para que llegues a una visión más realista de ti mismo, y por otro lado, puedes encontrar las características de tu personalidad que no te encanten, y abrirte a la posibilidad de modificarlo, de evolucionar y transformarte.
En general, si mejoras el concepto que tienes de ti mismo, te será muchísimo más fácil encontrar la manera de enfrentarte a tus miedos y a tus retos, a tu estilo. Y digo “a tu estilo”, porque vas a necesitar descubrir cómo eres y aceptar esa forma de ser y encontrar la fuerza en esa forma de ser.
No se trata de que te conviertas en el “modelo ideal” de personalidad, fortaleza y capacidad están confundidos bajo la propaganda, como si el que es fuerte nunca tiene miedo…¡para nada! Fuerte es el que sabe que tiene miedo y decide actuar con todo y él, es más, agarrado de la fuerza de él.
Existen dos maneras de verte a ti mismo: la manera realista y la manera distorsionada.
Déjame te platico qué pasa cuando te ves a ti mismo de manera distorsionada:
La manera distorsionada es la que proviene de tus juicios y exigencias a ti mismo, de todos los deberías y culpas que te has autoimpuesto con la idea de que si “eres de cierta forma”, serás digno de ser amado, respetado y valorado.
En base a esas exigencias, es que llegas a conclusiones sobre ti. Por ejemplo, si tienes la exigencia de “debo de ser perfecto, equivocarse es de débiles”, cuando te equivoques te vas a culpar y juzgar y vas a llegar a la creencia de ti mismo de “soy un débil porque me equivoqué”, y entonces claro, la próxima vez que te vuelvas a enfrentar a una situación parecida, te generará miedo, pues no te sentirás capaz de hacerlo de manera perfecta como “deberías de hacerlo”.
El problema con esto es que rara vez es suficiente, el estándar al que has querido llegar crece y crece y por más que llegues a lo que buscas, no parece ser suficiente…¿por qué? porque lo que prevalece es la creencia sobre ti mismo.
O sea, si tu piensas de ti “soy débil porque me equivoco”, por más que tengas nueva información que te diga que no eres débil, tú te seguirás convenciendo de que sí lo eres. Digamos que no importa si realmente lo eres o no, si tú no crees que lo eres, ante tu mirada y percepción, no lo serás. Y esto es porque así funciona el cerebro, sesgando y seleccionando la información que le conviene según la creencia que tiene.
Otro ejemplo es que si tu piensas de ti “no soy capaz”, por más que seas capaz, seguirás encontrando la manera de convencerte de que no lo fuiste. Y lo mismo hacemos con las creencias que tenemos sobre nosotros mismos.
Mientras más profunda sea la creencia que tienes de ti mismo, ya sea negativa, realista o positiva, más te esforzarás por hacerte ver que es real, más te negarás a ver que no es real. Por eso es tan, pero tan importante, que modifiques lo que crees de ti para que dejes de verte incapaz o débil ante los miedos y puedas recuperar tu libertad.
Entonces, identifica si tienes alguna de éstas creencias que te pueden estar limitando, y que probablemente son irracionales:
Estas son algunas de las creencias que te pueden estar limitando y privándote de tu libertad, y ¿por qué son irracionales o distorsionadas? Porque hablan solamente de una parte de la historia, más no de toda la historia. El simple hecho de que estés aquí leyendo esto significa que sí has sido capaz de sobrellevar tu situación, quizás no de la forma que tu mente te dice que deberías de hacerlo, pero estás aquí, eso significa que sí has sido capaz. Recuerda que no porque sientas que no eres capaz significa que en realidad no lo eres.
Son distorsionadas también porque la mayoría son absolutistas, y recuerda que cuando pensamos en términos de “todo o nada”, probablemente estamos en un error. También están basadas en cuestiones del pasado, en culpas y en emociones, en el famoso razonamiento emocional, el cual es una distorsión, de pensar que porque así te sientes, así es la realidad.
Date cuenta de cuántas veces estabas seguro de algo, y después resultó que no sucedió como pensabas. De la misma forma, date cuenta de cuántas veces has pensado de ti algo y los hechos demuestran lo contrario.
Te comparto ejercicios e ideas para que puedas mejorar el concepto que tienes de ti mismo, hasta al grado de modificar lo que crees de ti:
La diferencia de quienes se enfrentan a sus miedos y quienes no, radica en que los primeros están de su lado y se atreven a creer que pueden, quienes no se enfrentan a sus miedos realmente creen que no pueden.
Y…¿por qué no habrías de poder? y ante ésta respuesta es donde aparecen las creencias “porque soy débil, porque lo he intentado mil veces y no he podido, porque me dicen que no puedo”, y esto significa que entonces ¿crees que por haberlo intentado mil veces la siguiente no puede ser diferente? ¿crees que lo que te dicen los demás es verdad? ¿crees que realmente eres débil?
Hay que cuestionarse lo que creemos de nosotros mismos para realmente poder confiar en nosotros y atrevernos a enfrentar.
Para poder mejorar el concepto que tienes de ti mismo, te recomiendo que hagas todos estos ejercicios pero con una actitud de amor y comprensión hacia ti mismo, reconociendo que eres humano, que no existen los modelos o personalidades perfectas e ideales, que eres único y que en cuanto reconectes contigo y veas lo único y especial y fuerte que eres al ser así, te será más fácil enfrentarte a tus miedos y a los retos de tu vida…a tu estilo, siendo como realmente eres, dejando de pensar de ti lo peor, y esperando lo mejor.