Ansiedad Generalizada
La ansiedad y la bulimia son dos condiciones de salud mental que pueden tener un fuerte efecto en la vida de las personas.
En esta entrada del blog hablaremos de la relación entre estas dos afecciones.
La bulimia involucra episodios recurrentes de atracones, los cuales se refieren a comer dentro de un periodo específico de tiempo una gran cantidad de alimentos, e incluso se siente una falta de control, como si no se pudiera dejar de comer. Estos atracones son seguidos de comportamientos compensatorios, es decir, para evitar el aumento de peso, como los vómitos autoinducidos, el uso indebido de laxantes y diuréticos, las dietas estrictas, el ayuno, el ejercicio excesivo o una combinación de cualquiera de ellos.
Las personas con bulimia suelen mantener un peso corporal normal; sin embargo, los atracones y los comportamientos compensatorios pueden causar graves problemas de salud, tales como deshidratación (por las frecuentes visitas al baño después de usar laxantes y autoinducirse el vómito), desequilibrios electrolíticos que provocan problemas cardíacos debido a la pérdida de potasio por el uso frecuente de laxantes, o caries dentales debidas a que el ácido estomacal presente en el vómito erosiona el esmalte de los dientes mientras la comida se asienta en ellos.
Las causas que contribuyen a la bulimia no están del todo claras, pero parece haber una relación entre la genética y el entorno, así como otros factores relacionados con la angustia emocional, los conflictos familiares, los trastornos de ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), las enfermedades físicas, los abusos sexuales durante la infancia o la adolescencia, las influencias de los compañeros y las presiones sociales para la delgadez.
Es común que las personas con bulimia igual presenten algún trastorno depresivo o de ansiedad, ya sea generalizada o social.
Los trastornos de ansiedad no sólo son frecuentes en quienes presentan bulimia, sino que pueden aumentar después de que alguien haya empezado a tener comportamientos bulímicos, ya que, teniendo el control de sus episodios purgativos, aumenta de cierta forma su seguridad.
Los vacíos emocionales nos pueden llevar a querer llenarlos con alimentos que nos hagan sentir bien inmediatamente, como son los azúcares y carbohidratos, sin embargo, después viene la culpa y sentimientos desagradables, por lo que esto se vuelve un ciclo.
Además, puede haber una preocupación muy grande por la apariencia física y esta necesidad y ansiedad por querer encajar en los estándares de belleza, dando como resultado el desarrollo de la ansiedad. ¿Lo ves? Sigue siendo un ciclo.
Las personas con bulimia también tienden a experimentar altos niveles de perfeccionismo en su interior, pues son muy críticas consigo mismas y su autoestima. Es por esto que suelen afrontar el estrés mediante la restricción de alimentos u otras formas de purga, en lugar de utilizar estrategias de afrontamiento positivas, como hablar de los sentimientos o dedicarse tiempo a sí mismas.
En ocasiones, la ansiedad puede ser una de las causas fundamentales de la bulimia: desean tanto tener el control que empiezan a obsesionarse con ciertas cosas, como la ingesta de calorías.
Algunas personas con bulimia pueden sentir que no tienen ningún sentido de autocontrol y que su vida ha entrado en una espiral de la que no pueden escapar solas, porque la única forma de aliviar estas intensas emociones es purgarse después de los atracones y/o restringir la ingesta de alimentos.
En los momentos en los que alguien se siente especialmente ansioso por algo en su vida, como problemas familiares o laborales, las personas que ya presentan bulimia pueden aumentar la intensidad y frecuencia de sus comportamientos.
Para identificarla, presta atención a las siguientes señales de alerta:
La bulimia es un tipo de trastorno alimentario que puede ser difícil de reconocer. Como las personas que la padecen suelen ser reservadas en cuanto a su comportamiento, puede pasar algún tiempo hasta que alguien cercano a ellas descubra lo que realmente ocurre. Los principales signos a los que debes prestar atención son un mayor nivel de ansiedad y rasgos de personalidad obsesivos, como el exceso de ejercicio físico o los comentarios respecto al peso e imagen corporal.
Si te preocupa alguien cercano a ti o quieres más información sobre cómo se afectan mutuamente la bulimia y la ansiedad, ¡no dudes en contactar con nosotros!
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Colaboradores: Ana Paula Gómez.