Date aunque sea el lujo de aprender a convivir contigo mismo, de superar esa incomodidad y reconectar contigo.
Es como cuando dejas de ver a una persona por mucho tiempo y cuando la vuelves a ver pasas por unos primeros minutos de incomodidad. Igual pasa contigo, si dejas de contactar contigo y de disfrutar de tu compañía por un largo tiempo, cuando te encuentres sin distractores externos, te enfrentaras a esa incomodidad interna.
Y lo primero que te digo es que necesitas enfrentar y superar esa incomodidad, cuelga el teléfono y no le marques a cualquier persona para distraerte, tampoco tienes que salir corriendo a la plaza a ver que te encuentras ni conectarte a Facebook a platicar por el chat.
Date aunque sea el lujo de aprender a convivir contigo mismo, de superar esa incomodidad y reconectar contigo. Quizás necesitarás ponerte al día, volverte a conocer, preguntarte como has estado, qué te ha hecho falta, qué estas queriendo… y simplemente estar… estar contigo, para entonces si, volverte a sentir en paz con tu propia compañía.
Ojalá que puedas sentir esas ganas de estar contigo, de buscar el espacio para tener citas contigo, de cancelar otras cosas con tal de pasar un rato a tu lado, ojalá que descubras lo increíble de tu propia presencia y que entonces sí, ya después, salgas a compartirla con los demás.
Recuerda que el estrés y la ansiedad se acumulan dentro y cuando nos la vivimos distraídos por pendientes, tareas, la rutina diaria o el estar con otras personas, no nos damos cuenta de ese cumulo hasta que nuestro cuerpo nos lo hace saber, por eso es tan importante que hagas estos altos constantemente para escuchar cómo estás y hacer los ajustes necesarios.
Asi es que sin mas por el momento, me retiro, pues tengo una cita conmigo misma.