Necesitamos darnos baños emocionales que nos limpien de las emociones acumuladas.
Los baños emocionales es un término que me acabo de inventar (aunque seguramente alguien más ya lo ha dicho) y es una forma muy sencilla de decirte que casi todos los días necesitas limpiar, depurar, transformar y tranquilizar tus emociones. Sobre todo si eres una persona sensible al ambiente y a lo que hacen los demás, sobre todo si tiendes a la depresión o a la ansiedad.
Las emociones se acumulan en el cuerpo, literalmente, pues ahí es donde se manifiestan, ahí es donde se sienten, y al no depurarlas, se van condensando por así decirlo, se van conglomerando hasta que se endurecen y empiezan a generar malestar.
Las emociones son como el agua, necesitan estar en movimiento para que den vida, o si quiera tener organismos vivos en ella para que se mantenga en condiciones de dar vida, pero en el caso de las emociones, éstas necesitan estar en movimiento. Como lo dice su nombre e-moción, moción viene de movimiento. La función de la emoción es que pases a la acción, que hagas algo al respecto.
Una es que hagas algo con esa emoción en el momento que la sientes, que la canalices diciendo o haciendo algo en su momento, procurando que sea algo positivo, que sume y que construya a ti y a los demás. Claro, esto se logra cuando la emoción está en una intensidad leve o moderada.
Pero hay veces que no nos damos cuenta que estamos teniendo una emoción, o bien, nos cuesta trabajo enfrentarla en su momento y mucho más trabajo hacer algo al respecto con ella. Y ahí es donde entra la segunda opción de baño, que se da en las noches antes de irte a dormir o en algún momento que tengas del día para relajarte.
La idea es que repases tu día en cuanto a lo que fuiste sintiendo, que tomes consciencia de las emociones y el lugar en el que se sienten de tu cuerpo, y que empieces a hacer inhalaciones profundas. Mientras que inhalas, contactas con la emoción, y al exhalar sientes cómo la liberas de tu cuerpo. Claro, siempre aceptándola primero.
Para poder darte baños emocionales necesitarás estar dispuesto a sentir esas emociones con consciencia (pues aunque no las quieras enfrentar, ya las estás sintiendo), necesitarás enfrentarte a ese pequeño dolor, inclusive atreverte a derramar un par de lágrimas si es necesario. Pero es mejor esto, que acumularlas y generar estragos.
Hemos de perderle el miedo a las emociones, el miedo a sentir, no porque tu tiendas a sentir intenso o porque en algunas o muchas ocasiones has sentido dolor, significa que tienes que cerrar tu área emocional. Al contrario, lo que la ansiedad te está queriendo decir es que necesitas abrir tu corazón, dejarte sentir, experimentar la vida y hacer uso de tus emociones para crearla y dirigirla hacia donde tu quieras.
Las emociones nos dan claridad sobre nosotros mismos y nos dan fuerza para poner límites y transformar nuestra realidad. Pero si las negamos, ocultamos o evitamos, nos pondrán el pie en lograr lo que queremos, pues requieren de nuestra atención.
Así es que así como te bañas en las noches o en las mañanas, atreviéndote a descubrir mugre en los pies o tierra en la cabeza, atrévete a lavar tus emociones y encontrar residuos del pasado. Mientras más lo hagas, verás que de repente tan sólo limpiarás las emociones del día, te encontrarás limpio por las mañanas y podrás disfrutar más de tu vida.
Y sobre todo, crearás espacio para que emociones nuevas y positivas puedan entrar, pues ¿qué crees? si estás lleno de emociones acumuladas difícilmente podrán entrar nuevas positivas, tan sólo son las densas las que se van conglomerando generando más malestar.
Así es que ve y busca tu jabón, y a darte un buen baño, quedarás fresco y renovado al final.