Es desagradable despertara a la mitad de la noche con la sensación de miedo que generan las pesadillas, ¿podemos hacer algo para dejar de tenerlas?
Muchas personas me han preguntado por qué tienen más pesadillas cuando tienen ansiedad y qué significa eso. Creo que cuando tenemos ansiedad traemos tanta angustia dentro y estamos tan susceptibles a las cosas “fuertes” que vemos/escuchamos a nuestro alrededor… y sobre todo, permitimos creer cada pensamiento que nos llega a la mente por más catastrófico que sea… que lógicamente, al ir a dormir no es como que le pones “off” a tu cerebro, éste sigue andando y sigue liberando esas angustias y pensamientos que tuviste durante el día, simplemente para poder lidiar con ellos.
Te platico que cuando estudié el tema de los sueños en mi carrera, me fascinó e hice muchos trabajos de investigación al respecto, es un tema que me encanta, y ahora que soy mamá, he podido investigar más al respecto y conocer más sobre el dormir, los sueños, las pesadillas, las sensaciones raras mientras dormimos.. y bueno, te puedo decir que este mundo es tan basto como el océano.
Pero si algo has de saber, es que el contenido de los sueños normalmente es confuso, revuelto, extraño y cuando te acuerdas de lo que sueñas, puede ser desconcertante. Esto es porque cuando dormimos, el cerebro de cierta forma hace limpieza interna, y como en toda limpieza, sale el polvo, las manchas y el cachito de dulce abandonado en medio de los cojines del sillón.
O sea, el contenido de tus sueños está generado por muchas cosas, por sensaciones y emociones que tuviste durante el día, noticias o imágenes que te impactaron, sonidos o conversaciones que escuchaste por un microsegundo pero que igualmente te impactaron, o quizás, cosas que viviste pero no te percataste que viviste, todo esto mezclado con experiencias previas de tu vida con las que las relaciones y tu estado emocional… en fin, un verdadero cocktail.
Y dentro de esta mezcla, a veces el contenido tiene lógica y la mayoría de las veces parece no tenerla. Pero igualmente, tu mente está haciendo limpieza.
Si durante todo un día estuviste con pensamientos negativos de miedo, con una sensación de angustia hacia esos pensamientos, preocupado y tenso… entonces.. pues.. es lógico que tengas pesadillas.
Digamos que estaría difícil tener un día estresado, complicado o con ansiedad, y soñar con gaviotas volando sobre el mar. A veces sucede así.. pero para poder soñar eso, habrías de pensar en ello o haber tenido alguna emoción de bienestar durante el día, sentirte ligero y haber platicado quizás sobre lo bonito que vuelan las aves.
Si estás teniendo pesadillas, probablemente sea porque estás saturado tanto de estimulación externa como de emociones y pensamientos. A la mejor vas muy rápido en el día y no le das tiempo de procesar a tu mente lo que está pasando, y entonces tiene que procesarlo todo junto durante la noche, y es ahí donde mezcla y genera imágenes que puedan sacar todo lo que fue reprimido en el día.
Te platico que la represión es un mecanismo de defensa que tenemos a nivel mental, en el que nos protegemos de no ponerle atención a las cosas que nos inquietan, o bien, a las cosas que es prohibido pensar, lo que sería inapropiado pensar también, todo aquello que no iría contigo…
También reprimimos todo aquello que nos inquieta, que nos impacta y que nos confronta con realidades que duelen, que conmueven..
Todo aquello que genere una emoción fuerte, ya sea que seas consciente de ello o no, se reprime en tu mente y como nuestra mente y cerebro son tan sabios, aprovechan la noche para sacar a la luz todo eso que te inquieta, que te asusta, que te impactó o que reprimes. Y hace uso de imágenes a veces que tomas del día, de tu pasado o como Jung descubrió, del inconsciente colectivo, para darle forma a esas emociones complejas y revueltas que traes en tu interior.
También reprimimos anhelos y deseos genuinos por sentir que no podemos ir tras lo que queremos o por reprocharnos, culparnos o exigirnos ser perfectos, por eso quizás luego sueñas que te terminas el refrigerador en una sola sentada si estás bajo dieta rigurosa. Todo aquello que consideres prohibido, pecaminoso o malo para ti, a veces sale en los sueños porque normalmente evitas pensar en eso pero no porque realmente lo deseas, sino porque te da miedo pensar en eso y eventualmente desearlo.
O sea, a veces ni si quiera es que quieras por ejemplo… comerte el refrigerador completo, pero entras como en un estado mental de “no pienses en el refrigerador no pienses en el refrigerador” como si dudaras de ti mismo y pensaras que tan solo con pensar en él, te comerías todo lo que trae dentro. Y al mismo tiempo, puede ser que sí tengas hambre y que realmente estés queriendo comer un poco más.
Pero al estar en el día prohibiéndonos pensar en algo, o con miedo a pensar en algo por pensar que por pensarlo lo vamos a hacer, entonces generamos cierta tensión emocional y psicológica que es liberada en los sueños.
Por eso mi propuesta para ti es que no le pongas tanta atención a los contenidos de tus sueños, pues si ya salió, ¡qué bueno! significa que ya no está siendo reprimido generándote sensaciones o emociones a causa de eso. Recuerda que la tensión psicológica es la que se convierta en somatización, por eso de cierta forma tener pesadillas es bueno, pues estás sacando todo lo que necesitas.
Solamente cuando tengas sueños feos, extraños o pesadillas.. pregúntate cuál era la emoción detrás de todo ese menjurge de imágenes extrañas… qué prevalecía? qué sentías en medio de todo eso?
Y después pregúntate si a lo largo del día sientes esa emoción de miedo, de angustia, de impotencia, de frustración.. pregúntate, en qué situaciones de tu vida diaria sientes eso.
Por ejemplo, yo por un tiempo soñaba repetidamente, que tenía que correr y no podía, que tenía que escapar de algo peligroso pero mis pies no me respondían, y ¿cuál era la emoción que prevalecía ahí? impotencia y sensación de incapacidad. Entonces me preguntaba ¿en qué me siento incapaz? ¿qué peligro estoy sintiendo ante el que no estoy actuando o siento que no puedo actuar?
Más no me quedaba pensando.. ¿qué tal que significa que me estoy quedando sin pies? ¿que no voy a poder caminar mañana? no, para nada, significa que en el área mental y emocional, hoy o recientemente, me estaba sintiendo incapaz y con impotencia por resolver. ¿La solución? aventarme a hacer lo que sabía que tenía que hacer aunque no me sintiera capaz de hacerlo para demostrarme que sí podía hacerlo. Y aquí estoy.
Así es que no le des vueltas en cuanto a “Significará que esto es verdad? ¿realmente va a pasar?” siente la emoción que hubo detrás de todo eso que sentiste, y pasa a la acción para resolver la situación o situaciones que en tu presente te están generando esa emoción.
Y después, habrán pesadillas que no signifiquen nada, que sean ese “desahogo mental” de tu cerebro, que sean como a veces les digo en el grupo de dale alas, un vómito, de algo que te cayó mal del día y ya escupiste, pues sí, así como tu estómago se deshace de lo que no necesita, también lo hace tu mente a través de los sueños feos.. así es que lo liberas, agradeces que fue liberado.. y sigues durmiendo confiando en ti y en la vida.
escribir antes de dormir para liberar emociones y no tener pesadillas
Ayúdale a tu mente a dos cosas:
O sea, a lo largo del día ve siendo consciente de ti mismo, de lo que te impacta y simplemente reconócelo. Por ejemplo, si veo una película con una escena difícil para mi, en lugar de hacer como que no la vi y reprimirla… la enfrento a nivel mental y reconozco la emoción que me generó, relajó mi estómago… respiro y me digo a mi misma, “ok, te impactó, más esto no te está pasando a ti ahora”. O bien, “ok, reconozco que existe eso que me impacta en esta realidad y la acepto como parte de la realidad.. más yo genero otras cosas para mi”.
La idea es dejar de reprimir y enfrentar las cosas difíciles del día, dándote tiempos, esto es muy importante, tiempos para procesar las cosas, para hacer altos y sentirte.. para desahogar o hablar lo que sientes.
Y por otro lado, antes de dormir.. puedes escribir y narrar tu día, como si se lo estuvieras contando a alguien a quien le tienes mucha confianza, y escribir sobre todo, de lo que sentiste ante las diferentes situaciones de tu día. De esta forma, le ayudas a tu mente a soltar y desahogar para entonces sí poder descansar un poco más en la noche.
Aunque recuerda, que tu cerebro sigue bastante activo en la noche, pues en realidad sí necesita de generar sueños para su propio bienestar.
También ayuda mucho rodearte de cosas bonitas y agradables
Que en tu día tengas momentos de quietud, de calma, de observar algo que te parezca bonito. A veces pensamos que toda la realidad es difícil, pesada o de “pesadilla” pero no es así, la realidad tiene de todos los matices de colores y se trata de que te abras a ver la realidad tal y como es para que dejes de sentir que estás al borde del precipicio.
Sería un poco inevitable que no te despertaras con angustia o susto después de una pesadilla pues tus emociones reaccionan a lo que pasa en tu mente y estabas inmerso en eso, pero puedes despertar y poco a poco irte diciendo “fue una pesadilla, no es real” mientras que relajas tu estómago y empiezas a sentir tu respiración.
Evita saltar a conclusiones de “si soñé esto seguro es que va a pasar” o “si soñé esto es que soy una mala persona” y más bien, trata de encontrar esa emoción que prevalecía detrás de todas las imágenes y acciones feas, y pregúntate si esa emoción es algo que necesitas trabajar o liberar.
Poco a poco, siente tu cuerpo, ubícate en la realidad del momento presente describiendo el lugar en el que estás y escuchando los sonidos de tu alrededor… y muy importante, siéntete seguro de que estás ahí contigo, y de que tienes muchas cosas dentro que puedes activar para sentirte a salvo contigo.
Mientras tu te sientas más fuerte que todas esas posibles cosas feas que luego la mente piensa que hay, no hay peligro, pues puedes confiar en ti y en que tienes todo para poder enfrentar.
Las pesadillas son el producto de diversos factores internos a nivel mental, de memoria y emocional, así es que ayúdale a tu mente a ubicarse en lo que sí es real: la emoción detrás y el momento presente.