Lo que creemos y pensamos, esta visión puede estar equivocada, generándote ansiedad.
Escribo mucho sobre “responderle con la verdad” a nuestra mente, sobre “desmentir la mentira”, pero quizás no te he compartido mucho sobre “cómo lograrlo”, así es que en éste post te quiero empezar a platicar sobre una estrategia fundamental para ubicarte en la verdad: identificar la distorsión de tu pensamiento.
Principalmente porque tenemos algo que se llama: percepción.
Y otras cosas que se llaman: creencias.
La percepción es tu visión personal de las cosas, la cual se genera después de que la información entra por tus 5 sentidos. Digamos que la realidad está fuera de ti, y tú la percibes gracias a tu oído, ojo, gusto, tacto y olor, y tu cerebro, una vez que recibe esa información, la tiene que acomodar, traducir y sintetizar para que a nivel de pensamiento llegues a una conclusión, la cual buscará adaptarse a las creencias previamente guardadas en tu mente que tengas sobre ti, los demás y el mundo en general.
Es en éste proceso en el que podemos caer en errores, y llegar a conclusiones equivocadas. Lo curioso es que como nosotros lo pensamos, rara vez nos detenemos a cuestionarlo. O sea, creemos que porque lo pensamos, debe de ser verdad, cuando… ¡te asombrarías de cuántas mentiras creemos!
Es importante que tengas en mente que te costará trabajo aceptar que tu mente o tu pensamiento está equviocado, una porque estás identificado con tu pensamiento, o sea, tu crees que tu eres en función de cómo piensas, y dos, porque al tener cierto pensamiento, buscas las pruebas que lo confirmen.
Buscamos esas pruebas sesgando la información a nuestro alrededor, digamos que te fijas nada más en lo que a tu mente le conviene fijarse para confirmar ese pensamiento. Por eso te digo que también implica un acto de humildad el aceptar que en este tiempo te has estado equivocando, creyendo en cosas que no están realmente fundamentadas en la realidad.
Como estamos inmersos en nuestro pensamiento, y realmente creemos que eso puede ser verdad… tenemos que apoyarnos de las herramientas que la terapia cognitivo nos aporta, y ahora si que…”creer que estoy equivocado porque estoy distorsionando”.
(todo me sale mal, nunca podré sentirme mejor, nadie me entiende, siempre me equivoco, la vida es difícil)
(como mi novio me engaño…todos los hombres son infieles, como me sentí mal en el elevador…el elevador es peligroso, las noches me hacen sentirme mal)
(si sigo así terminaré enfermándome, mi pareja me engaña porque no me siento a gusto con él, no puedo usar ropa verde porque me hace sentir mal)
(si salgo me sentiré mal, todos me cirticarán, terminaré sólo y enfermo)
(seguramente está pensando que qué mal me veo, si le digo lo que siento se va a enojar)
(no me contesta porque le caigo mal, llegó tarde porque quiere evitarme, está de malas por lo que le dije ayer)
(es mi culpa que mis papas se lleven mal, es mi culpa que la relación vaya mal, es su culpa que yo me sienta mal, es culpa de mi pasado, de mi cuerpo, del profesor…)
(esta roncha debe de ser cáncer, llevo 1 mes con ansiedad pero no ha de ser por nada)
(me siento incómodo…algo malo debe de estarme pasando, me siento nervioso…seguramente algo va a pasar)
(debo de ser perfecto, debe de hacerme caso, debería de sentirme siempre bien)
(soy un fracasado, soy ansioso, eres un necio)
(por más que me esforcé, la reunión fue un fracaso)
Como te darás cuenta, en un mismo pensamiento podemos tener más de una distorsión, por eso es importante a veces partir cada pensamiento y desglosarlo para identificar cuáles son esas distorsiones.
La usamos cuando tenemos un pensamiento, digamos que el pensamiento es la interpretación directa de lo que estás viviendo dentro y fuera de ti.
Entonces… te empiezas a sentir mal en la tarde y piensas “siempre me siento mal en las tardes, otra vez no voy a dormir bien”. Aquí ya hiciste 2 distorsiones: totalizar y adivinar el futuro.
Esta distorsión o pensamiento dependerá directamente del tipo de creencias que te has venido haciendo, si tu creencia es “las tardes me caen mal”, entonces cuando el sol empiece a bajar, tu creencia se activará y buscará tener la razón, generándote inconscientemente el malestar y el pensamiento que lo acompaña.
Esto es muy importante, ya que si tu distorsionas la realidad con tu pensamiento, actuarás en base a la distorsión, y no en base a la realidad. Así es que a penas se empiece a meter el sol…empiezas a angustiarte y a evitar estar fuera de casa. Con esto, refuerzas y confirmas tu creencia equivocada.
Por eso es tan importante que ubiques cuáles son tus creencias equivocadas en base a encontrar tus pensamientos distorsionados, y que después veas todas las acciones que haces en función de ella, y empieces a actuar diferente, casi haciendo lo contrario.
Cuando menciono que te sientes en peligros irreales que mandan la señal a tu cerebro de que tienes que huir o atacar, llenando tu cuerpo de adrenalina, haciendo que tu corazón lata más fuerte… me refiero precisamente a los tipos de peligros que nuestra mente nos dice en base a las distorsiones que hace.
Por un lado acumulamos estrés en nuestras vidas por estas distorsiones, y por otro lado, una vez que tenemos ansiedad, seguimos distorsionando nuestros síntomas y nuestra realidad.
Te sientes en peligro por distorsionar y después distorsionas el peligro.
Lo bueno es que cuando ubicas que en realidad estás a salvo y que la realidad no es peligrosa como tus creencias te dicen… en ese momento puedes volver a recuperar la paz.
Rápidamente te platico que detrás de tus creencias tienes un esquema aprendido que rige el tipo de creencias que tendrás, las cuales a su vez rigen el tipo de pensamientos negativos que tienes (los cuales son distorsionados).
Digamos que tu tienes un esquema de perfeccionismo, con la creencia de “no debo fracasar jamás”, y te encuentras unos minutos antes de presentar tu trabajo final el cual te ascenderá de trabajo si lo haces bien. Obviamente que 1 semana antes o 1 mes antes ya estarás con los nervios de punta, pues tu esquema de perfeccionismo se activa al ver la posibilidad de que podrías estar en riesgo.
Entonces.. un minuto antes de la presentación te das cuenta que no tienes el USB que la contiene. ¿Qué pasa? ¡entras en pánico! obviamente! y obviamente que no fue casualidad que la olvidaras, pues como ya estabas nervioso desde antes tenías tu atención puesta en “no debo fallar no debo fallar”, en lugar de tenerla puesta en hacer tu mejor esfuerzo pero sin presión.
Al estar nervioso, incurres en errores que confirman tu creencia de “fracasar es lo peor que me puede pasar”, pues entonces empiezas a recibir críticas sobre tu trabajo (o quizás no recibes pero tu interpretas equivocadamente que sí), y al final sales de la reunión pensando “debo de esforzarme más en no fracasar, esto fue lo peor, fue horrible”.
Probablemente después empieces a evitar situaciones donde puedas fracasar de nuevo para evitar todos esos sentimientos desagradables que tu crees que te dio el tener que dar una presentación, pero la presentación no es el problema, el problema es tu esquema de perfeccionismo que te llevo a exigirte y a interpretar el haber olvidado el USB como “esto es el fin del mundo”.
Así es que las distorsiones nos ayudan para seguir reforzando nuestro esquema, a la mente no le importa si estás en un pensamiento real o que te haga bien o te haga mal, a él le importa confirmarlo.
Empieza ubicando las distorsiones de tu pensamiento, descubriendo cuál es la realidad más allá de las pruebas que tu crees tener que lo confirman, esto lo puedes hacer de la siguiente forma:
El problema no es pensar, sino que aprendamos a usar el pensamiento con lógica, flexibilidad y apertura, para poder descubrir la verdad más allá de nuestros pensamientos.
Pues recuerda, muchas veces te sientes mal (si no es que la mayoría) en base a lo que estás pensando, digamos que te sientes mal por tus pensamientos. Como dice David Burns, “pienso, luego sufro”.
Yo recomiendo pasar al cambio cognitivo una vez que tus emociones y tu tensión física están equilibradas, ya que si quieres debatir con tus pensamientos pero al mismo tiempo tienes un nudo en la garganta… se te va a dificultar un poco más.
Por eso hablo de que es un proceso, primero, acepta lo que sientes, desahógate, y después racionaliza sobre lo que te está generando éste malestar.
Dentro del tratamiento que propongo, todas estas actividades están dentro del paso 3 (de los 5 que incluye el proceso de Dale alas a la ansiedad), donde te ubicas realmente en el presente.
Y si mezclas éstas técnicas cognitivas con mindfulness… el resultado es aún mejor, y eso está científicamente comprobado.
Seguiré escribiendo sobre el tipo de creencias distorsionadas que podemos tener y cómo ir cambiando nuestros esquemas. En lo personal te puedo decir que fue gracias a que logré modificar mi esquema que dejé de distorsionar la realidad, y con esto, dejé de sentirme mal por creer en una mentira que no era verdad.