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¿Cómo reactivar la esperanza en el 2020?

Hoy te quiero invitar a que junto conmigo, hagas un alto para aceptar lo que ha pasado en tu vida y en la de los demás en los meses anteriores, comprendiendo que has hecho lo mejor que has podido, sin echar culpas a otros o juzgarte a ti mismo, y después, reflexionar qué puedes aprender de lo vivido, qué no te gusta del lugar en el que estás ahora, qué necesitas, y cómo lo puedes mejorar.

Espiritualidad

Quizás podemos encontrar muchas razones para perder la esperanza, tanto en la humanidad como en el futuro, hay seguramente hechos en tu vida que también demuestran que la vida ha sido injusta contigo o con otros. 

Es lógico que dudes de un mejor futuro para ti y te sientas indefenso ante lo que estás viviendo, sobre todo si has vivido pérdidas, cambios o si te sientes limitado, desbordado y al límite, tratando de sobrellevar situaciones que tú no elegiste… o viendo las cosas que suceden fuera de ti y que te duelen. 

Es una realidad que por un lado puedes ser vulnerable e indefenso ante lo que te sucede, a la mejor lo has sido hasta ahora, pero igualmente, es una realidad que puedes resurgir de entre las cenizas y tomar las riendas de lo que está sucediendo para dirigir tu futuro hacia un lugar mejor. Si no encuentras en tu presente ese lugar mejor, puedes construirlo. 

Estoy de acuerdo con que hay muchas cosas que no podemos controlar, y hemos de aprender a soltar ese control, pero eso no significa que no podamos tomar las riendas de muchas cosas más, sobre todo, de cómo estamos viviendo, de lo que sucede directamente en nuestra vida y en nuestros cuerpos. 

Hay que tener un equilibrio entre aceptar la realidad como es, y tomar la fuerza necesaria para mejorarla, tanto en lo individual como uniéndonos con los demás para lograrlo. 

Mientras vivamos en la postura de la victimez e indefensión, por supuesto que no hay esperanza, quedamos vulnerables a lo que sea que suceda, positivo o negativo, espectadores de lo que sucede en nuestra vida sin tomar el rumbo, dejándonos llevar por el miedo o por las decisiones de otras personas sobre nuestras vidas. 

Pero en el momento que nos hacemos responsables de nosotros mismos y comprendemos que podemos generar muchas circunstancias en nuestras vidas, podemos atrevernos a volver a soñar, para después pasar a la acción y hacerlo realidad. Y para poder volver a soñar, hay que recordar que a pesar de que existan sucesos que no te gustan 

Hoy te quiero invitar a que junto conmigo, hagas un alto para aceptar lo que ha pasado en tu vida y en la de los demás en los meses anteriores, comprendiendo que has hecho lo mejor que has podido, sin echar culpas a otros o juzgarte a ti mismo, y después, reflexionar qué puedes aprender de lo vivido, qué no te gusta del lugar en el que estás ahora, qué necesitas, y cómo lo puedes mejorar. 

Para lograrlo, será necesario salir un poco de la película que ves diariamente en las noticias y redes sociales, desconectarte de la realidad virtual en la que quizás estás sumergido, para poder voltear a ver realmente cuál es tu realidad inmediata, la de tu vida. 

A partir de reconocer cuál es tu realidad, vas a poder hacer cosas para mejorarla, recuperarás tu poder y tu confianza en un mejor futuro para ti y tu familia. 

Pero mientras que seguimos bloqueados, congelados y con miedo por lo que vemos, escuchamos y creemos que nos puede pasar, seguiremos en esa posición de indefensión y vulnerabilidad. 

Haz este alto para reflexionar qué ha venido pasando en tu vida, qué tanto lo has vivido desde la victimez o desde el miedo, haz una descripción de lo que está pasando ahora, para identificar cuáles son tus necesidades, qué te gustaría que pasara, y animarte un poco a volver a soñar.

La esperanza se recupera así, soñando, y después, activando la creatividad para pasar a la acción. 

La esperanza se recupera tomando las riendas 

La esperanza se recupera recordando que depende de nosotros, depende de nosotros dirigir esa cadena de sucesos, depende de nosotros generar el futuro que queremos. Depende de ti generarte un presente que sea la base que pueda sostener el futuro que deseas, y si nos unimos entre todos, podemos mejorar bastante la situación. 

Sea que te preocupa la economía, el medio ambiente, tu salud o la de tu familia, las teorías de conspiración, la incertidumbre sobre las vacunas, sea lo que sea, es importante recordar que en muchos sentidos eres libre de moverte, elegir y tomar el camino que tú crees correcto, y que si te unes con otras personas que quieren lo mismo que tú, podrás mejorar esta realidad que no te gusta. 

Si nos ponemos de acuerdo, podemos lograr lo que queramos. La unión sí hace la fuerza. Es lo que hemos hecho para sobrevivir a lo largo de toda nuestra historia como humanidad. El reto está en preguntarnos qué queremos que suceda, comunicarlo y ponernos de acuerdo para hacerlo realidad. 

La esperanza se pierde cuando perdemos la fe en nosotros como personas, en los otros y en la sociedad, lo cual nos lleva a dudar del futuro y de nuestras posibilidades de vivir bien y mejor, y si tu presente refleja que esto es verdad con hechos, aún mas lógico que no sientas esperanza. Pero no porque en el presente estén sucediendo cosas que no te gustan, significa que no puedas mejorarlo. 

Recuerda que vamos en una cadena constante de causa y consecuencia, tu presente es el resultado de las acciones de ayer, y si hoy empiezas a modificar esas acciones, tendrás un futuro mejor. 

Se trata de poner la fe en el lugar correcto, investigar un poco sobre cómo tú sí puedes generar mucho de tu realidad. Reconocer que tu voz tiene voto, que tu acción o no acción tiene influencia en lo que sucede a tu alrededor, que tus pensamientos, intenciones y deseos encaminan tus acciones, y estas a su vez, te traerán los resultados que estás buscando. 


Sal de la ilusión de la victimez 

Para lograr todo esto que se escucha tan bonito, primero hay que salir de la ilusión de la victimez. No digo que sea fácil hacerlo, pero sí es fácil salir de la ilusión que nos posiciona en un lugar de victimez, y recordar que como seres humanos, basta con que nos propongamos algo y nos pongamos de acuerdo, para hacer que suceda. 

La gran pregunta es ¿qué quieres que suceda? ¿por qué no habría de ser posible? ¿de quién crees que depende para que suceda? ¿a quién le echas la culpa de que no está sucediendo? 

Lo que necesitamos hacer es salir de la cadena de sucesos que nos llevan como bola de nieve rodando hacia abajo, y salir de esa cadena usando nuestra voluntad, dándonos cuenta que quizás hemos venido reaccionando lo mejor que podíamos, desde el instinto y el miedo que buscan ponernos a salvo pero que a la vez nos dejan con un sinsabor, a disgustos con cómo estamos viviendo. 

Entonces, ¿cómo puedes volver a tomar las riendas de lo que sucede contigo y con tu vida? Imagina que de un momento al otro dejas de esperar que alguien venga a resolver eso que te preocupa, que dejas de echar culpas por el presente que tienes, y que sea por lo que sea que está pasando lo que está pasando, decides hacerte cargo y resolverlo, ¿qué empezarías a hacer? 

La víctima se queda inmóvil, esperando, anhelando para que llegue alguien a salvarle, quejándose porque los otros (ya sean los líderes, padres o la pareja) no hacen lo necesario, creyendo que no tiene poder para modificar las cosas, cuando en realidad, cualquier victimario funciona gracias a la víctima, y en el momento que el rol de la víctima sale de ese lugar, la dinámica no se sostiene más. O sea, en realidad la víctima tiene más poder para terminar la dinámica disfuncional de lo que cree.

Necesitarás ser creativo, inventar, crear, innovar, pensar diferente, pensar de nuevas formas como antes no lo habías hecho, ponerte de acuerdo, comunicarte más y mejor, salir de tu zona de confort, investigar, y dejar de reaccionar para empezar a responder, dejar de recibir el golpe de lado y esquivarlo a conciencia, para moverte hacia donde sí quieres. 

No digo que sea fácil o de un día para el otro, pero sí es sencillo. Lo que en realidad se necesita es 

1. creer que es posible 

2. salir de la posición de la víctima  

3. tomar tu poder 

4. soñar de nuevo 

5. pasar a la acción

6. perseverar, prueba y error, innovar 

¿Cómo recuperar la esperanza en relación con el tema de la pandemia y la “nueva normalidad”? 

Entonces, ¿cómo podemos ponernos a salvo y a la vez crear una vida entre todos que volvamos a disfrutar? 

No tengo la respuesta aún, pero sé que existe. 

Así es que si no tienes esperanza por sentir que todo esto sale de nuestro control y que no hay nada que se pueda hacer al respecto, haz un alto, y considera que quizás hemos venido reaccionando desde esta posición, y que es momento de tomar las riendas y hacer que suceda lo que queremos que suceda. 

Yo en lo personal, no estoy de acuerdo con “la nueva normalidad” no me gusta, no es una forma de vivir que tenga beneficios para la salud mental, no es la manera de sobrevivir, no es sostenible con el tiempo, aunque sí lo haya sido hasta ahora, no puede ser la que busquemos aumentar, no podemos seguir pretendiendo que en la distancia social y un cubrebocas está toda la solución, pues además, realmente no lo ha sido del todo. 

No estoy de acuerdo con la privación de libertad al no contar con una vacuna como está sucediendo en Australia, no estoy de acuerdo con juzgarnos los unos a los otros por ver a alguien sin cubrebocas, no puede ser que los niños crezcan aislados unos de los otros, no puede ser que no jueguen entre sí, que no aprendan a abrazar a sus amigos. 

Estoy de acuerdo que ha tenido que ser así, que hemos hecho lo mejor que hemos podido para contener al virus, más no estoy de acuerdo en que sea la forma en la que pretendamos seguir viviendo como humanos o donde depositemos nuestro sentido de seguridad. 

Entonces, ¿cómo sí protegernos y a la par tener contacto con otras personas? no lo sé, quizás, creamos mini sociedades en armonía con la naturaleza, de pequeños grupos donde se tenga un control de las salidas y las entradas, pero que en su interior se pueda llevar a cabo esta convivencia. 

Quizás descentralizamos las grandes ciudades y dejamos de pensar que conglomerarnos en una plaza los domingos es el mejor plan familiar, para reemplazarlo por paseos al aire libre, observando escaparates de naturaleza en lugar de objetos que nos hacen sentir con menos de lo que ya tenemos. 

O si estas propuestas son muy hippies para el pensamiento en general, qué tal que el gobierno (o entre todos) subsidiamos un mes de alimento y damos refugio a las mujeres y familias en riesgo, para que realmente pudiéramos hacer una verdadera cuarentena? ¿qué tal que cada familia adopte a otras tres para que puedan suplementarse y nutrirse adecuadamente? ¿qué tal que las empresas refresqueras se atreven a dejar de producir alimentos que dañan a la salud y los reemplazan por bebidas súper poderosas para regular los niveles de azúcar en sangre? ¿qué tal que se usa la propaganda, los noticieros y la comunicación para transmitir todo el día clases de estiramientos, respiración, positivismo, valores y conciencia? 

¿Por qué no lo hacemos? porque quizás no se le ven las ganancias económicas a esas acciones, pero… es un hecho que el mundo del bienestar y de la salud es de los más redituables, y no, no se tiene que estar enfermo para buscar tener salud, en los recientes años hemos demostrado que la gente busca estar sano porque quiere sentirse mejor de lo que está, y que sí consume clases de yoga, que sí consume cursos de autoestima, que sí consume súper alimentos con tal de aumentar el estado de bienestar. 

¿Por qué no hacemos de la verdadera salud un negocio? y entonces sí, le damos a la población lo que necesita para revertir la diabetes, la hipertensión y en menos de 6 meses bajar socialmente un pool de kilos? Imagínate, una campaña de competencia de países con obesidad para ver qué país baja más kilos, y que el gobierno y las empresas se dedicaran a vender insumos saludables para ayudar a llegar a esa meta. 

Al aumentar la salud, aumentaríamos el sistema inmunológico, y apoyándonos económicamente podríamos ponernos de acuerdo y hacer una verdadera cuarentena y frenar la propagación, pero claro, tendríamos que estar de acuerdo todos, y cerrar fronteras como bien lo hizo Jacinda Arden en Nueva Zelanda?. ¿Por qué no lo hacemos? porque en teoría no tenemos dinero para poder hacerlo, porque hay gente que sí, que vive del día a día.

Entonces, ¿por qué no, en lugar de invertir en lo que se está invirtiendo… se les distribuye a las familias mexicanas alimento para 3 meses y se disminuyen los costos de servicios como agua, luz y gas? 

De que se puede, se puede. Pero se requieren decisiones valientes. Imagínate, que hiciéramos eso y que las empresas pusieran sucursales en lugares rurales siguiendo los lineamientos de sustentabilidad y respetando la ecología, imagínate que en lugar de querer tirar árboles para generar 70 mil empleos, le pagáramos a la gente por reforestar. 

Si algo me queda claro es que se puede generar economía y se pueden generar empleos a través de promover la salud y ayudar a los demás, a través de cuidar al planeta.

Antes, se pensaba que si te dedicabas a una buena labor te ibas a morir de hambre, pero si lo piensas bien, en los últimos 10 o 20 años quizás, se ha demostrado que el negocio del bienestar también deja dinero, no nos vamos a morir de hambre si dejamos el negocio del azúcar y los carbohidratos procesados. 

Las farmacéuticas podrían unirse con productores locales de super alimentos y hongos medicinales para distribuirlos, se podrían dirigir recursos y dinero para hacer estudios sobre sustancias y elementos que dan salud pero que nadie ha investigado porque no se pueden patentar… en fin, se podrían hacer muchas cosas. 

Y mira, al principio de escribir este post no tenía ideas. 

Con lo creativos y valientes que somos los latinos, con lo apasionados que somos por querer vivir y estar con quienes queremos, tenemos que salir del estado de victimez y reacción automatizada a los eventos, y empezar a decidir qué queremos hacer con todo esto que estamos viviendo, y hacia dónde queremos dirigirnos, qué queremos pedirle a las escuelas además de “aumenten las medidas de higiene”, y qué queremos pedirle al gobierno además de “no me cobres tantos impuestos”. 

Realmente ¿qué quisiéramos pedir? más áreas verdes, mejor distribuición de los recursos, investigación en medicina natural en lugar de intentar prohibir la venta de plantas medicinales, necesitamos dejar de permitir que los intereses de unos pocos determinen la realidad de la mayoría y recordar que somos creadores de nuestra realidad, que podemos dirigir el barco. 

Con lo que hemos vivido, me queda claro que todos queremos vivir, y queremos tener salud, y queremos estar con quienes amamos, queremos sentirnos y sabernos libres, queremos poder ejercer en lo que disfrutamos, queremos explorar el mundo y experimentar momentos de bienestar. 

Hagamos de eso algo redituable, y hagamos de eso una realidad. 


Entre todos podemos hacer mucho 

Me queda claro también que la presión social a través de las redes sociales tiene un gran poder, muchas de las medidas que hemos adoptado fueron forzadas primero por el miedo y la presión social, antes que por decisiones gubernamentales (por ejemplo, yo no llevé a mi hijo a la escuela desde dos semanas antes de que se cerraran mientras que veía a mamás en redes sociales pidiendo que se cerraran, para que a la tercera semana el gobierno tomara esa decisión). 

Entonces, usemos ese poder que tenemos! pongámonos de acuerdo. Inventemos una solución entre todos, y hagámosla posible. 

Y así, así se reactiva la esperanza, tomando las riendas de lo que queremos que suceda en nuestras vidas recordando que sí podemos lograrlo, es cuestión de soñar, inventar, hacer un plan, juntar recursos, sumar a otros a la causa, unirte con quienes piensan igual que tú, y pasar a la acción para hacerlo realidad. 

Así es que qué dices, ¿nos unimos? ¿cómo le hacemos para contrarrestar los daños de este virus al máximo y rescatar lo que es esencial para nosotros como humanos? ¿cómo le hacemos para no regresar a lo de antes, sino mejorarlo radicalmente? 

Llévate de tarea soñar con esta posibilidad, imaginándote que tú y todos tomamos las riendas de esta situación, dejando de esperar que lleguen desde arriba con una mágica solución, y después regresa, escribe tu propuesta, y hagámoslo realidad. 


¿Te preocupa contraer la enfermedad y morir?

Te doy un ejemplo, recientemente la CDC (Centers for disease control and prevention) actualizó su tabla de comorbilidades en pacientes que fallecieron por COVID 19, esto significa, las otras enfermedades que se presentaban en conjunto con el virus, dando por resultado que el 94% de las personas que fallecieron tenían otras 2.6 condiciones en promedio. 

Por eso es que no es lo mismo decir “murió por covid, que murió con covid”, ya que realmente se puede asegurar que el 6% murió por covid, dando un número de aproximadamente 9mil personas a la fecha de hoy, lo cual indica que el virus no es un virus altamente mortal, pero sí puede serlo para personas que ya estaban con al menos 2.6 otras enfermedades. 

Ahora, igualmente hay personas con 2 o más enfermedades que se recuperaron, recuerda que es el 80% de quienes contraen el virus que desarrollan la enfermedad grave, y de ahí, el 3% es quien fallece, y de ese 3%, tan sólo el 6% no tenía enfermedades previas. 

Y estas enfermedades de base o detrás, son prevenibles, son modificables y mejorables en ti, en tu familia y en mi. A través de un cambio de alimentación, estilo de vida, aprender a relajarte y tener salud en general, puedes reducir tus probabilidades de fallecer por el virus, bastante. ¿Cómo le hacemos para mejorar la salud a nivel global y masivo? 


¿Te preocupa la economía? 

Creo que absolutamente todos tenemos algo de valor por ofrecer a otra persona, ya sea conocimiento, experiencia, habilidades o algún tipo de servicio. Y en toda realidad hay necesidades, en esta “nueva normalidad” han salido negocios nuevos que resuelven situaciones como por ejemplo, el auto cinema. Estoy seguro que tú tienes algo por ofrecer a los demás, y que siempre habrá alguien que podrá darte algo a cambio, ya sea en recursos materiales o económicos. 

El dinero no deja de existir, hay quienes aumentaron sus ingresos a partir de esta situación, y esas personas, necesitan de servicios y usar su dinero, la cuestión es que aprendas a comunicar tus servicios y experiencia, que le hagas saber a los demás que estás ahí para apoyarles con algo, que seas creativo y veas las nuevas necesidades que hay. 

 

¿Has perdido la esperanza por haber perdido un ser querido por Covid19? 

Si has perdido a un ser querido, primero que nada, te doy mi más sentido pésame, sé lo que es perder a alguien por una enfermedad que se pudo haber prevenido, que se pudieron haber hecho muchas cosas para evitarlo. Yo también perdí esa sensación de esperanza cuando perdí a mi papá por el Cáncer, me culpaba por todo lo que hice y no hice, y llegó el momento en el que tuve que aceptar que era un hecho que había sucedido, y a la par, preguntarme qué valor le quería dar a su vida a través de la mía. 

Pensar en todo eso que se pudo haber hecho no funciona, lo que sí funciona, es honrar la muerte de nuestros seres queridos para que no sea en valde, y a partir de eso, mejoremos esta realidad y el futuro de la humanidad, para que aprendiendo de lo que ellos vivieron, podamos mejorar, y si están en un mejor lugar viendo lo que hacemos a partir de su pérdida, se sientan orgullosos. 

¿Y qué podemos aprender de las pérdidas que hemos tenido por este virus u otras enfermedades? pues precisamente, que hemos de tomar las riendas de nuestras vidas para generarnos un mayor estado de salud que nos prepare ante estas situaciones, y ese estado de salud se logra con nutrición, ejercicio, buenos hábitos, mente positiva, relajación y un estilo de vida que disfrutemos. 

El que hayas perdido a un ser querido no nada más es por las acciones de otras personas, no tienes que enojarte con quien creas que contagió, ni mucho menos contigo si te sientes sospechoso, tampoco has de enojarte con las personas que no se están cuidando como te gustaría que lo hicieran, ni con los hospitales ni con los médicos. 

Si tu familiar enfermó y falleció es porque estamos en medio del brote de un virus nuevo, ante el cual su sistema inmunológico no tuvo los recursos necesarios para hacerle frente. Y más allá de pretender que ya nadie más se enferme, quizás podrías hacer algo que le de valor a su muerte, mejorando tu salud y la de tu familia, mejorando tu alimentación, haciendo ejercicio, buscando más espacios en la naturaleza, disfrutando de tu vida. 


Crisis igual a evolución personal y social 

Creo que como sociedad estamos en un momento de evolución importante, estamos despertando para darnos cuenta de cosas que no merecemos y que no funcionan, dándonos cuenta que nuestra salud está en nuestras manos, haciendo consciencia de que muchas de estas cosas se pueden prevenir si cuidamos al medio ambiente así como nuestros cuerpos. 

No podemos sostener el estilo de vida que estábamos llevando, y tampoco es sostenible en el tiempo el estilo de vida que estamos pretendiendo tener ahora. Necesitamos hacer un cambio. Necesitamos tomar las riendas y definir qué queremos que suceda con nosotros y nuestro futuro. Pensar en los niños, en las próximas generaciones, en la humanidad y en lo que nos hace únicos y hermosos. 

Muchas personas líderes espirituales dicen que esta etapa es un momento de evolución de consciencia para bien, y que vamos a mejorar muchas cosas. Me gusta ese pensamiento, me gusta la idea de que vamos a cuidar del Planeta, de nuestros cuerpos y de nuestra capacidad de amar y sentirnos amados. No olvidemos lo que nos hace humanos, mejor, tomémonos de eso para salir de esta situación fortalecidos. 

Para concluir, te dejo la tarea de que escribas sueños nuevos, de cómo podemos transformar todo esto que estamos viviendo para bien, de cómo puedes darle un giro a tu vida si no está en el lugar que te gustaría, así como a tu sentir y a tus pensamientos. Recuerda que tú puedes tomar las riendas y mejorar tu realidad, para que juntos sumemos realidades nuevas y mejores. 

Creo en ti, creo en mi y creo en todos como humanidad, creo que sabremos regresar a lo que nos hace bien y viviremos esta etapa de vida de mejor forma.

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