Recientemente en México, así como en muchos otros países de Latinoamérica, los índices de violencia hacia la mujer, inseguridad en general y casos de violencia de pareja e intrafamiliar, han aumentado y a su vez, las noticias sobre estos sucesos se han viralizado en redes sociales.
Es un hecho que estos muy lamentables sucesos existen, y que necesitamos pasar a la acción como sociedad para resolver y prevenir, pero al mismo tiempo, necesitamos estrategias para lidiar con esas noticias en el momento que nos enteramos, de tal forma que no aumentemos los niveles de estrés, desgaste y miedo en nosotros, ya que para muchas personas, esto se está convirtiendo en algo abrumador y que ya empieza a limitar su sensación de sentirse en paz, tranquilos, seguros y a salvo.
Igualmente, para muchas personas con ansiedad, principalmente aquellas que tienen agorafobia, esto es, miedo a salir de casa, estas noticias pueden ser detonantes de crisis y de un aumento en las conductas de evitación, generando también confusión respecto a ya no saber si el miedo que se siente es por la ansiedad, o por esos peligros reales de la sociedad.
Es por eso que en este post te quiero compartir las principales estrategias para que puedas sentirte tranquila y tranquilo en medio de esta ola de noticias y sucesos de inseguridad en el país.
Imagina la época de nuestros abuelos, cuando se enteraban de una mala noticia, era a través del periódico, el cual normalmente leían una vez al día, encontrando noticias de sucesos en su mayoría cercanos, y en algunas ocasiones cuestiones más internacionales, acompañados, si bien les iba, por una fotografía en blanco y negro.
Y repito, leían el periódico y la mala noticia, una vez al día, para comentarla con otros y poder procesarla tiempo después.
¿Qué pasa ahora? Bueno, que leemos la misma noticia, durante todo el día, de diferentes formas, la vemos en la televisión, vemos imágenes, estractos de video, todo a color. Esto genera dos fenómenos principales: el primero, que no te da tiempo de procesar la noticia, porque la sigues viendo todo el día, y el segundo, que el nivel de empatía hacia el suceso es mucho mayor, debido a las imágenes, videos y sensación de cercanía con la persona a la que le pasó eso, ya sea que sea de tu misma ciudad, o de un país totalmente lejano.
Todos nacemos con una capacidad de empatizar con los demás, o sea, de vivir su pasión, su sufrimiento, sus sentimientos, es una cualidad que tuvimos que desarrollar los seres humanos para sobrevivir como especie. Hay algunas personas que tienen más desarrollado su sentido de empatía, y claramente, otras más que por muchas razones, no la desarrollaron y son capaces de generar daño a los demás.
Entonces, tú que eres altamente empático, sensible, ser humano con aspiraciones al amor y al bienestar, enfocado en sobrevivir y proteger a tu familia, ves estas noticias y empatizas a tal grado, que juras y perjuras, que ya te está pasando a ti, y esto no sería tan grave, si tuvieras herramientas para procesar esa noticia, si te desconectaras de estarte informando de eso y regresaras a tus actividades normales.
El problema con la forma en la que comunicamos actualmente las malas noticias, es precisamente eso, que no tenemos tiempo para procesar, que seguimos viendo la noticia todo el día y por todos lugares, y que estamos tan enchufados a las redes sociales y televisión, que no terminamos de reconectar con nosotros, nuestra vida y nuestra realidad, y te sientes sumergido en esa posibilidad, con la sensación de que te está pasando o por pasar en cuanto salgas de casa.
Por eso, mi primera recomendación es que reconozcas cuando sientes dolor por una noticia que ves, y te des el tiempo de sentir y liberar ese dolor, contactando con el en tu cuerpo, permitiéndote incluso llorar por lo que sentiste, salir del shock del impacto y movilizar esa emoción, sacudiendo tu cuerpo, hablando con los demás, escribiendo sobre eso.
Para después, regresar a tu vida, a reconocer lo que sí está pasando en tu presente ahora, mandarle mucho amor a la víctima de esa noticia, reconocer que en tu momento presente no te está pasando eso a ti, y que lo que sí te está pasando, es que te duele lo que pasó, y te da miedo que te pueda pasar a ti.
Reconocer ese miedo que es humano, ya que para sobrevivir, vemos los peligros que le pasan a los demás, y de ahí aprendemos. De hecho, aprendemos muchas veces más por observación que por otra cosa. Y estás observando que suceden estas cosas como si le sucediera a un miembro de tu familia, pues aunque lo veas en la televisión o la computadora, tu cerebro lo recibe como si estuviera pasando frente a ti.
Es así que todo esto nos va generando también un estrés postraumático, un estado de shock, ya que aunque el daño no haya sido directamente para ti, al verlo en los demás, así lo vives, como si lo estuvieras viendo frente a ti, y eso, te pone en riesgo y en peligro.
Al percibirte en peligro, activarás tu sistema nervioso simpático, el que te prepara para sobrevivir, pero como no es que tengas realmente frente a ti el peligro, no hay de qué huir o atacar, entonces entramos en un estado de congelamiento, de sentirte paralizado por el miedo, sin posibilidades de sobrevivir, vulnerable y desprotegido.
Además, tu instinto de supervivencia es tan fuerte, que aunque haya menos de un 1% de posibilidad de que te suceda a ti en un futuro, lo vives como si todas las posibilidades de que te suceda están contra ti, te percibes como la única persona en el foco o la mira de la delincuencia e inseguridad, y que todas las personas que te rodean son posibles victimarios, cuando claramente no es así.
Pero aquí el punto es que el mundo se te cierra, sientes que tú eres la próxima y que todos los demás son peligrosos, que cualquier lugar es peligroso, que no hay dónde sentirte a salvo, y es es precisamente, lo que hemos de ver de forma más objetiva, para no caer en ese estado de miedo tan profundo.
Así es que te comparto las principales recomendaciones para tener salud mental y no aumentar los niveles de ansiedad, a pesar de la situación de inseguridad.
Recuerda que al ver, escuchar o enterarte de una noticia negativa, entras en shock, pues te duele y te activa el miedo a que te suceda a ti. Por eso, no trates de continuar con tus actividades como si nada, date al menos 5 minutos para reconocer que estás sintiendo eso en tu interior, ubicar en dónde se siente, y si te es posible, hablarlo, llorarlo o escribirlo.
Cuando te saltes a pensar que te puede pasar a ti, que estás en peligro, reconoce tu realidad inmediata en la que en ese momento estás a salvo, recuérdate que estás haciendo lo necesario para estar segura o seguro, y continúa con tus actividades, dándote tiempo de frenar a sentir cuando regrese el recuerdo o escuches sobre eso de nuevo.
A menos que vayas a investigar al respecto, escribir un artículo o dedicarte a medidas de prevención, evita entrar a buscar más sobre esa noticia. Reconoce que es un hecho que suceden cosas así a tu alrededor, sí, pero que no tienes que estar enterado de todo, no eres reportero, no eres noticiero.
Ahora, si sí lo eres… con más razón necesitas darte estos tiempos para procesar y conectar con algo más.
El conocer a las personas que están cerca de ti te da tranquilidad, conocer a tus vecinos, platicar un poco más con la señora de la tiendita, con la de los esquites en la parada del camión o con la recepcionista del lugar al que vas. Esto hace que sientas que si necesitas algo, en cualquier momento de donde vas o estás frecuentemente, tienes alguien con quien acudir.
Obviamente, no se trata de compartir cosas muy privadas o información confidencial muy pronto en la relación, pero ser cordial, platicar, conocer un poco más a la persona.
Esto también ayuda para que no te sientas rodeada o rodeado de puras personas de malas intenciones, y generes círculos cercanos de confianza y de cordialidad.
Generar red social, comunidad y apoyo interpersonal, es de las herramientas más importantes para nuestra resiliencia y supervivencia, lo ha sido desde el inicio de la humanidad.
No se trata de negar la realidad, para nada, se trata de darte cuenta que sí te duele lo que está pasando, que claro que te da miedo, que existe esa posibilidad de que sucede y personas viviéndolo en este momento, pero igual de importante hay que reconocer que no te está pasando en este momento, que aunque exista esa probabilidad, no es un hecho que te vaya a suceder.
El truco está en que reconozcamos que es una realidad, más no tu realidad actual, que te muevas para cooperar o contribuir con lo que puedas para mejorar esta situación, y regresar a tus actividades, a conectar con tus familiares. Que así como conectas con las redes sociales y noticieros, conectes con tu presente inmediato.
Si te mueve mucho, involúcrate más
Y claro, si te mueve mucho, seguir contribuyendo, hacer cosas que ayuden a mejorar esto, pero igual de importante es para quienes están involucrados en causas sociales, despegarse un poco del tema y hacer cosas no relacionadas con ello y estar en el presente de sus actividades.
Esto no significa que no te importa, es por salud mental que necesitamos hacerlo, al igual que con estar al cuidado de alguien más, nuestros trabajos, etcétera, es para evitar el burnout y el desgaste emocional que te impedirá después seguir haciéndolo.
Aprende a cuidarte por amor y no por miedo
Cuando te cuidas por amor, procuras actividades, situaciones, relaciones, trabajos y lugares que sabes que te hacen bien, donde te sientes segura de ser tú misma, de ir y de estar. Cuando te cuidas por miedo, evitas incluso cosas que te hacen bien, pues ya ningún lugar es seguro.
Se trata de que identifiques cuáles son los lugares seguros, horarios y personas con las que estar, porque ves que te hace bien y que objetivamente es un lugar seguro, y que por otro lado, distingas cuándo el miedo te está limitando o aumentando de proporción las cosas.
Por ejemplo, si estoy en un club cerrado y mi hijo se separa de mi mano tres metros, no me pondría igual de nerviosa a que si se me separa así en el metro. O sea, saber cuándo activar la alerta y cuidarte más, pero también tener lugares donde puedas soltar y relajarte un poco más, como en tu propia casa por ejemplo.
Si es mucho el miedo, hay que trabajar terapéuticamente hablando el miedo a morir y el miedo a sufrir, pues esos son los que pueden estar de fondo generando que todo esto te de tanto miedo que no puedas relajarte en ningún momento.
Trata de relacionarte con las noticias de la misma forma que lo hacían nuestros bisabuelos, sí, entérate de lo que te atañe, más hazlo una vez, no te sumerjas en investigar más, ver los videos, a menos de que te estés dedicando a investigar el caso o a ver cómo mejorar la situación.
Evita estar todo el día conectado, sobre todo en Facebook, por alguna razón ahí se viralizan más noticias que incluso son falsas, y vas viendo una cosa tras otra y es un bombardeo de malas noticias en microsegundos, siquiera en los noticieros te dan los comerciales para procesar el guamazo, pero en redes sociales no, estás ahí, media hora escroleando sin final, saltando de una alerta a otra. Mi recomendación es que te hagas una desintoxicación de redes, ya sabes que te tienes que cuidar, ya sabes que la situación no es la ideal, ya sabes que tienes que ver la forma de organizarte para no terminar caminando sola en la noche por la calle, que tienes que ir a terapia en caso de que te sientas en una relación abusiva o violenta, o sea, ya estás haciendo las cosas indicadas, y no necesitas bombardearte de más malas noticias todo el tiempo.
Muchas personas como yo han optado por ya no ver noticias, pero en nuestras redes sociales aparecen, o te platican los conocidos. Bueno, intenta lo más que puedas en que no se te muestren las publicaciones de ciertos grupos o personas que siempre comparten cosas así, y asígnate tiempos con límites, sobre todo, no revises tus redes sociales antes de dormir, a menos de que te vayas a poner a ver videos de la naturaleza, actos de empatía, videos de risa, animales o cosas bonitas.
Por ejemplo, hay muchos sitios que se dedican a dar noticias de puras cosas buenas que pasan en el día… eso sí puedes consumir, para al menos restablecer la balanza.
De nuevo, no se trata de negar que suceden los actos violentos, pero por salud mental, necesitamos ver toda la realidad como es, pues así como hay noticias negativas, hay noticias positivas, claro, eso no significa que no vamos a hacer nada o que no te importe lo negativo, pero, de repente te puedes sentir en una realidad totalmente depresiva, en medio de una humanidad echada a perder, sin solución, y empiezas a ver a todos como posibles enemigos.
Por eso sí es importante recordar la bondad del ser humano, recobrar la esperanza en la humanidad, conectar con personas de buenas intenciones, y dejar de poner tu atención en chismes, problemas y noticias.
Como te comentaba anteriormente, la mente está enfocada en sobrevivir, y para eso muchas veces te hace sentir que la única persona en mira de todos los delincuentes, eres tú, y que te rodean y te ven por todos lados. Es una percepción muy presente en la ansiedad, en la que piensas que todo lo malo te va a pasar a ti, y dejamos de ver las probabilidades reales.
No me gusta hacer este ejercicio y que pienses que es frialidad, la vida de cada una de las 10 mujeres que desaparecen al día en México es una tragedia, y todos deberíamos de frenar lo que estamos haciendo para ver cómo resolverlo. Pero cuando estás sumergida en el miedo y te sientes en total peligro, paralizada, sí es importante que reconozcas las probabilidades reales de que pueda sucederte a ti.
En México somos aproximadamente 70 millones de mujeres. Si lo vemos en términos de feminicidios, sabemos que existen 10 muertes de mujeres al día. Lo cual es un número impactante al pensar realmente en esas 10 mujeres que murieron por violencia. Pero tenemos que hacer los números, y esto implica que existe un 0.000014 probabilidades de que te suceda, o sea, realmente muy bajas, te repito, no es para que lo minicemos, es para que a tu mente con miedo le puedas decir esto, y tampoco se trata, de que te pongas en situaciones de riesgo.
Evita las situaciones de riesgo pero reconoce que no porque las hagas estarás en peligro seguro.
Con esto me refiero a que claro, lo mejor es evitar ciertas cosas como por ejemplo, tomar un taxi saliendo de un establecimiento nocturno, pero supongamos que por alguna razón de fuerza mayor tienes que hacerlo, puedes buscar un taxi que te dé confianza, (recuerda que puedes rechazar o decir que no a lo que no te dé seguridad) y una vez ahí, si ves los elementos de confianza, entonces, relajarte.
Más eso no significa que tomarás como costumbre hacerlo.
¿Cuáles serían las situaciones de riesgo que hay que evitar?
Ir caminando en la calle enfrascada viendo tu celular sin poner atención a tu alrededor
Por ejemplo, ya estás evitando las situaciones de riesgo, y activando situaciones de seguridad, entonces, a partir de ahí, ya no hay más por hacer más que relajar la tensión y el miedo. ¿Cuáles podrían ser acciones de seguridad?
Entonces, resumiendo, la situación es real, sí están ocurriendo eventos donde se ejerce la violencia, sobretodo hacia las mujeres, pero esto mismo lo puedes usar a tu favor para comenzar a emprender acciones que te ayuden a transformar la realidad actual, sin que tengas que estar en peligro, por ejemplo, tómate el tiempo para dejarte sentir la emoción con la que conectas al leer alguna noticia en redes sociales, para que después puedas regresar a tu realidad y descríbela, describe que sí está ocurriendo en ese momento presente. Fomenta redes de apoyo con tus seres queridos, con tus familiares, amigos, vecinos, la idea es que te des cuenta de que sí puedes contar con alguien en momentos de emergencia, ten ya definida la lista de acciones que promuevan tu seguridad, por ejemplo el compartir tu ubicación con tu pareja.
Pero sobretodo en estos momentos, si te sientes movido o movida al leer historias de las personas que han vivido estos eventos dolorosos, puedes brindarte la oportunidad para reflexionar acerca de qué acciones puedes emprender desde tu lugar para comenzar a transformar esta realidad.