El ser humano está hecho para vivir con salud y plenitud, ese es su potencial, y su sistema por naturaleza funciona perfectamente para lograrlo.
La enfermedad es en sí beneficiosa, y tiene por objeto el devolver la personalidad a la Voluntad Divina del Alma; y así vemos que se puede prevenir y evitar, puesto que sólo con que pudiéramos darnos cuenta de los errores que cometemos y corregirlos de forma espiritual y mental, no habría necesidad de las severas lecciones del sufrimiento. Deepak Chopra
Falta de responsabilidad sobre nosotros mismos. ¿En qué momento de nuestro crecimiento se nos dijo que a partir de ese momento ya éramos responsables de nosotros mismos? De niños los adultos nos cuidaban, y ¿en qué momento captamos que ya no lo harían y que nos tocaba a nosotros?
Es difícil identificar estos momentos porque normalmente nos quedamos esperando a que otros hagan la chamba por nosotros. El niño interno que llevamos busca parejas, amistades, compañeros de trabajo o jefes que se encarguen de nuestras necesidades y responsabilidades, y al hacer esto, corremos el riesgo de otorgar a circunstancias o personas externas nuestro bienestar.
Pero claro, es un camino sencillo, pues al ser otras personas las responsables de nuestro bienestar y felicidad, hay alguien a quién culpar. Por eso es difícil ser 100% responsables de nosotros mismos, pues significa que hemos de aceptar las consecuencias de todo lo que nos sucede.
El problema al “estar en el confort” y no hacernos responsables de nosotros mismos, es que terminamos descuidándonos y siendo víctimas de diferentes situaciones, y es por eso que llega la enfermedad a decirnos:
¿qué crees? es momento de encargarte de ti mismo.
Dentro de todas las cosas sobre las que somos responsables de nosotros mismos, la más grande e importante es el autocuidado, porque al lograr esta responsabilidad, las demás vienen por añadidura.
Cuando te cuidas a ti mismo ves por tus necesidades tanto físicas como emocionales, te vuelves tu propio alimento y tu propio sustento. De esta manera, te liberas de enojos, reclamos e insatisfacciones junto con sus consecuencias físicas en tu organismo.
Veamos algunos ejemplos de cómo cuidarnos a nosotros mismos de manera responsable:
Más que reclamarle a tu cuerpo, has de pedirle una disculpa, escuchar lo que necesita, y dárselo.
Cuando dejes de ver a la enfermedad como algo que “te dio”, o “llego de la nada”, y empieces a ver tu parte responsable en ella, podrás entonces realmente hacer algo al respecto, pues sabes que en tus manos estuvo enfermarte y por lo mismo, en tus manos está sanarte.
Comprende que la enfermedad no es algo que llega del exterior, nace de tu interior. Es una consecuencia interna, y por lo mismo, eres tú mismo dándote un mensaje. Si escuchas ese mensaje, y empiezas a actuar diferente, la enfermedad dirá “ah ok, ya me escuchó, ya me puedo retirar”. Para lograr esto tendrás que recuperar el equilibrio de tu cuerpo, emociones y vida en general.
Ya está más que comprobado que la mayoría (si no es que todas) de las enfermedad son psicosomáticas. Esto significa que el origen está en nuestra mente y en nuestras emociones. Ciertas emociones generan ciertos químicos y sustancias en nuestro cuerpo que con el tiempo y con el exceso de ellas, lo desequilibran, manifestando algún tipo de enfermedad en específico.
[ttshare]Deja de buscar las causas de tu enfermedad en el exterior y empieza a escuchar por qué la generó tu interior.[/ttshare]
Como dije antes, tu cuerpo está hecho para vivir en salud y plenitud. El sistema de sabiduría interior es más grande de lo que te imaginas, y de hecho antes de que te enfermeras, este cuerpo estuvo mucho tiempo haciendo todo lo posible para evitarlo, pero como tú seguías haciendo las mismas cosas o comportándote de la misma manera, ya no aguantó más.
Cree en que tu cuerpo está hecho para vivir y sobrevivir, y si estás enfermo de algo, es porque tú has enfermado a tu cuerpo con tus actitudes, creencias y estilo de vida, y que más que reclamarle a tu cuerpo, has de pedirle una disculpa, escuchar lo que necesita, y dárselo.
Dime algo, ¿realmente las pastillas te han curado de tus enfermedades? ¿o tan sólo tapan los síntomas por un rato y luego vuelven a salir? Para que una medicina sea realmente positiva para ti, ha de generar un cambio y evolución en tu mundo físico interior, pero este cambio, necesariamente ha de venir acompañado del cambio en tu actitud (formada por tus creencias y estilo de vida).
Si nada más te curas el síntomas por un rato, pero sigues actuando, sintiendo y pensando igual, el síntoma regresará y quizás hasta más grave.
Quizás algo más sí ayudó a que te enfermeras, quizás tuviste carencias físicas y emocionales de niño, quizás el cocinero no se dio cuenta que la carne estaba mala, quizás te pico un mosco de dengue, pero lo que realmente importa aquí, es que sin importar sus causas previas, si ya estás enfermo, entonces ya eres responsable de ti.
O sea, que si la causa no fue 100% tu responsabilidad, la cura sí lo es. Y en esa cura, observa qué hiciste tú también para ponerte en esa situación que tú no controlaste de momento, y si alguna parte de ti sabía que tenías que hacer algo al respecto y no lo hiciste.
Siendo responsables de nosotros mismos y cuidándonos al 100%, generando los cambios necesarios en nuestra vida para acceder a la salud, libertad y felicidad. Hemos de atrevernos a ser diferentes en cuanto a cómo nos relacionamos con la enfermedad. Dejar de darle tanto poder a las pastillas, optar por el camino quizás más largo pero más poderoso y descubrir cómo tú mismo puedes sanarte y evitar que te vuelvas a enfermar.