Sea cual sea tu postura, aquí te comparto 5 actitudes básicas para que pases estas fechas lo más tranquilo posible.
Sea cual sea tu postura, aquí te comparto 5 actitudes básicas para que pases estas fechas lo más tranquilo posible.
Quizás te choca que tu mamá te sirva más de lo que necesitas comer, que tu tía que nunca ves te empuje a la foto en tu peor momento de timidez, o que tu primo mayor llegue y te moleste como cuando eras chiquito, y en esos momentos, por dentro pensarás aaaagh… por eso no me gusta Navidaaaad.
Y ahí es cuando hay que aplicar la aceptación y bajarle al “controlitis”. De ver a tu familia más allá de lo que hace, piensa o como se viste, y verlos desde su esencia.
Es como si te pusieras unos lentes con rayos ultravioleta que te permite ver su verdadera intención, sus necesidades emocionales, su esencia (y no te pongas triste de ver lo alejados que están de ella), simplemente activa ese amor por su verdadero ser, y desde ahí trátalos.
Además, con nuestra familia somos más intolerantes y exigentes que con los demás, por eso que tu familia es tu mejor maestro de practicar la aceptación, tolerancia y paciencia.
Por otro lado, si eres fanático de la Navidad y te encanta que todo salga perfecto, que en la foto estén todos los presentes, que el Pavo salga dorado pero a la vez jugoso, y que tus mallas rojas no se rompan… entonces necesitas practicar la fluidez.
La fluidez es que aceptas a los sucesos tal y como son, y que descubres que si pasaron de esa manera, es porque esa manera es mejor que la que tú tenías pensado. Es fluir con los eventos de tal forma que disfrutas del momento, sin adelantarte o sin quejarte por lo sucedido.
También puede sucederte que estando en la reunión no estás. O sea, que te viajas al pasado, al futuro o a realidades alternas que no suceden.
Es como cuando a penas ves a tu tía vestida de arbolito de navidad o a tu papá llegar tarde del trabajo y te viajes al pasado pensando claro, como siempre…
O que simplemente estás pensando en cómo te encantaría estar en la playa con tus amigos, o en nueva york disfrutando de la nieve, o en tu casa viendo películas sin tener que lidiar con toda esa bola de ridículos que ahora sí, de un día al otro todos se quieren ¿no?
Con mindfulness practicas el estar en el momento presente, ten tu mente donde tu cuerpo está, siente la comida, disfruta los olores, se empático con lo que te están platicando, anímate a platicar de ti… vive el momento, pues ningún momento se repite, y algo de positivo tiene para ti cada momento, claro, si estás presente para darte cuenta.
Me llama la atención que por un lado, con la familia es con quien más juzgamos, y por el otro lado, con quien más nos escondemos. Queremos presentar la pantalla de claro a mi me va increíble en mi trabajo, mi vida es perfecta, amo a mis hijos no me dan lata, me siento de maravilla… cuando tu por dentro estás con ansiedad y depresión, o simplemente insatisfecho con tu vida.
Y lo más probable es que no seas el único.
Si te animas a abrirte con tu familia, te puedo asegurar que por más que no lo creas, encontrarás alguien que ha sentido algo parecido a ti, alguien que se identifica contigo y puede ser empático.
Pero para encontrarlo, tendrás que abrirte más de lo que normalmente lo haces. ¿Cómo van a ser empáticos contigo si no te muestras tal y como eres? ¿Si no conectas con sus emociones al enseñar las tuyas?
Sé honesto, sin ser víctima y sin ser egocéntrico, simplemente di las cosas como son, y ábrete a conectar con los demás.
Si estás en el caso de que estás pasando por ataques de pánico, ansiedad o tristeza. Te recomiendo que estos días, en lugar de aislarte y aumentar tu incomodidad frente a tu familia, invites a tu miedo a cenar, a tu tristeza o a tu ansiedad.
Invítalo, dile que van a ir juntos a la cena con la familia, que no vas a querer que se quede en la casa, que lo vas a invitar, pero que van a ir en paz, que no van a haber peleas ni enfrentamientos, simplemente te vas a sentar ahí junto a tu miedo y tristeza, tranquilo… aplicando estos otros puntos al mismo tiempo.
Yo sé… yo lo sé… yo sé que todo puede parecer que está hecho para molestarte, incomodarte, ir en contra de ti… pero en realidad, la realidad más allá de lo que ves, y es que todo está hecho para tu mejor bien, para tu felicidad. El problema es que no lo ves, porque estás enfocado en lo contrario.
Así es que voltea tu mirada y tu percepción 180 grados. Ve todo lo que sucede como si fuera una expresión de amor hacia ti mismo(si, aunque sea tu sobrinito bebé vomitándote en el hombro).
Realmente todo lo que sucede es perfecto, y estoy segura que algo podrás agradecer.
Así es que déjate agradecer, date chance de recibir, disfruta y permite que la vida te consienta por unos momentos, ya luego regresas a tu estado normal de apatía o negatividad…
Estos días, date chance de ser tu mismo, porque tú mismo, no eres ni apático ni negativo, eres humano necesitado de amor y capacitado para darlo.
Bueno, entonces te invito a que abras tu percepción a entender y aceptar las razones que tiene tu familiar en ser así, no todos tienen que pensar igual que tú, y aunque piense o actúe diferente a ti, tú practica el amor y la aceptación, y tu dale cuantas expresiones de amor quieras darle.
Quizás es grinch porque necesita más de ti, nada más que no sabe cómo expresarlo. ¿A poco no grinchs?
Más allá de tu religión o creencia, la Navidad en realidad representa el nacimiento del amor. Jesús, es la representación del amor sobre la tierra, y cada vez que festejamos esta fecha, es festejar al amor. Y para lograrlo, es necesario que hagamos a un lado el miedo y el odio o el resentimiento, y que nos demos permiso de ser abrazados por ese amor, que sí existe y está a tu alcance, solamente necesitas abrirte a él.
Recuerda que o vives desde el miedo, o vives desde el amor. Y la mejor forma de vivir desde el amor en estos días, es aceptando tu miedo, pero sin dejarte llevar por él.
PYo invito a todos los que estén leyendo este post, que aprovechemos para acercarnos emocional y auténticamente a nuestra familia, que le bajemos a las barreras construidas y que rompamos ese muro o quitemos ese elefante rosa que nos separa de los demás.
Que nos fijemos en lo esencial y en lo auténtico de la vida, que es conectarnos con los demás desde un plano honesto y amoroso, y que le bajemos a la preocupación por cuestiones insignificantes como la hora a la que se sirve el pavo o el canal de televisión que veremos al final de la cena.
Si quieres aprender más sobre la ansiedad y que pasa con ella en diciembre, puedes continuar leyendo aquí