Ansiedad Generalizada
La anorexia nerviosa es un trastorno que provoca un miedo intenso a ganar peso, estando presente una alteración en la forma en cómo se ven a sí mismos, es decir no logran percibir su verdadera composición corporal. Por ello adoptan comportamientos como el ayuno, el ejercicio excesivo y las purgas, causándoles un peso corporal significativamente bajo. Esto puede ser muy peligroso debido a los problemas de salud a largo plazo relacionados con la densidad ósea y el desequilibrio electrolítico.
La anorexia es una enfermedad de origen principalmente psicológico, por lo que se puede relacionar con los trastornos de ansiedad. Por un lado, las personas con anorexia suelen experimentar altos niveles de ansiedad antes y durante las horas de las comidas, ya que experimentan culpa por ingerir alimentos, a su vez temen que las "descubran". Pueden sentirse avergonzadas o culpables por lo que han hecho y tomar medidas para ocultar sus hábitos alimenticios a los demás. Como resultado, muchos enfermos acaban padeciendo ambas condiciones a la vez.
La anorexia nerviosa es un trastorno psicológico en el que se restringen los alimentos o se consume la cantidad mínima necesaria para evitar subir de peso, pues tienen alterada la percepción de su propio peso o constitución.
Es posible que quienes lo padecen se pesen repetida y excesivamente o bien que eviten la báscula por completo.
A continuación, seguirán una rutina de ejercicios excesiva en un intento de quemar las pocas calorías consumidas.
Sin embargo, la anorexia no consiste sólo en restringir la comida y el peso, sino que es una enfermedad a menudo compleja, con muchos otros síntomas, como la amenorrea (falta de periodos menstruales), la deshidratación, los mareos, fatiga excesiva, aislamientos social y comportamientos obsesivos.
Muchas personas que padecen anorexia nerviosa también sufren ansiedad, y esto desempeña un papel importante, pues les hace tener una visión distorsionada de su propia imagen corporal y de su peso, lo cual puede provocar una depresión grave y muchos otros problemas de salud mental y física si se pasa mucho tiempo sin tratamiento.
La anorexia es más frecuente en las adolescentes, pero puede afectar a personas de todos los sexos y a cualquier edad: de hecho se calcula que entre el 0.25 y el 0.75 % de las mujeres padecen anorexia en algún momento de su vida.
Suele ser una enfermedad que dura una media de cinco años, pero la mayoría de las personas se recuperan en menos de dos si se lleva el tratamiento adecuado.
La gravedad de la anorexia se puede medir conociendo el IMC de la persona: cuanto más baja sea la cifra, más grave el trastorno. Las personas con anorexia nerviosa tienen un IMC extremadamente bajo, que suele ser inferior a 17.
La anorexia suele tener sus inicios en la adolescencia o adultez temprana y está asociada con situaciones estresantes. Las personas con anorexia nerviosa suelen tener otros trastornos mentales, como depresión o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
Para identificar a una persona con anorexia, hay que estar atentos a un peso demasiado bajo, un miedo intenso a engordar y una imagen corporal distorsionada.
También pueden obsesionarse con contar calorías o medir su cuerpo en un intento de controlar su ingesta de alimentos.
De igual manera hay que prestar atención a los signos como la incapacidad para reconocer la gravedad de su estado; una rutina de ejercicios compulsiva a pesar de estar peligrosamente delgada; culpabilidad por comer, y pensamientos obsesivos sobre la comida o la forma y peso del cuerpo, los cuales se pueden expresar en comentarios en contra de su físico.
Sabemos que la adolescencia es una etapa vulnerable de la vida, y la presión de la escuela, los amigos, la familia y otras situaciones sociales puede ser muy difícil de manejar. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la imagen corporal, que hace que muchas chicas (y chicos) sufran trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa.
Los factores de vulnerabilidad predominan durante la adolescencia, pues suelen tener una autoestima baja aunada a la necesidad de aprobación extrema, lo cual se ve reflejado en los conflictos que se generan alrededor de su apariencia personal. Por esto mismo, la intervención que se implementa debe estar orientada a estos cambios, que son completamente relevantes en el crecimiento del adolescente.
La anorexia en los adolescentes no debe tomarse a la ligera. Esta afección debe ser tratada siempre por profesionales con experiencia en su tratamiento.
Lo primero es el tratamiento médico, ya que puede haber algunos problemas físicos relacionados con su estado de desnutrición.
Después se puede recurrir a la terapia psicológica, incluyendo el entrenamiento cognitivo-conductual (TCC), que se basa en varias técnicas como control de estímulos, relajación, relajación muscular progresiva, y la modificación de los pensamientos distorsionados sobre sí mismo, los demás y el mundo a unos más funcionales para el paciente.
También se debe asistir a sesiones sobre los trastornos de conducta alimentaria y la imagen corporal, así como a pautas dietéticas si es necesario.
Es muy importante que no te saltes ninguna sesión porque te sientas mejor, ya que esto supondrá reforzar las conductas inadecuadas a lo largo del tiempo, pudiendo provocar recaídas en el trastorno tras abandonar el programa de tratamiento. Debes seguir las recomendaciones al pie de la letra hasta lograr una recuperación estable.
También es muy importante que tengas una red de apoyo de familiares y amigos que puedan ayudarte a cuidar de tu salud física, y de los aspectos emocionales durante el curso del tratamiento. Debes ser consciente de que este trastorno requiere una inversión de tiempo y recursos por parte de quienes te rodean. Además, las recaídas son muy frecuentes, incluso después de haber completado el tratamiento, por lo que si estos síntomas vuelven a aparecer más adelante, no dudes en buscar ayuda una vez más.
En pocas palabras, la forma más eficaz de tratar la anorexia y eliminar los factores de riesgo asociados a este trastorno es mediante la psicoterapia combinada con la supervisión médica.
La anorexia es una afección muy compleja que requiere ayuda profesional y un cuidado importante y recurrente por parte de las personas que la rodean, especialmente los seres queridos, que serán su red de apoyo durante este tiempo.
No debe emprenderse a la ligera ni sin una cuidadosa consideración y planificación, ya que conlleva una gran responsabilidad para todos los implicados en el tratamiento.
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Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada acerca de la relación entre la anorexia y la ansiedad.
Colaboradores: María Milagros y Pablo Aparicio.
