Existen varias razones detrás del miedo a mirar a los ojos a los demás, desde una necesidad y anhelo por ser visto, hasta una necesidad de lidiar con la alta sensibilidad y empatía que puedes tener, descubre las 10 recomendaciones que te tengo, sea cual sea el motivo por el que te da miedo mirar a otros a los ojos.
Todo esto viene porque en tu interior hay dos principales cosas: mucho miedo, y una baja confianza en ti mismo y en los demás. Y por alguna razón, el miedo y la desconfianza buscaron su cauce y encontraron que mirar a los ojos, socializar y estar en contacto con otros o ser visto, es peligroso.
Pero no es peligroso, no les pasarás nada a través de tu mirada ni viceversa, lo que pasa es que quizás, te da miedo que descubran el malestar que estás escondiendo, malestar que probablemente escondes porque sientes que no deberías de sentirte así, que estás mal por "ser así" y que los demás no deben de sufrir por tu culpa.
He platicado con algunas personas con quienes hemos descubierto que su miedo a mirar a los ojos tiene que ver con un deseo a ser visto, un anhelo escondido de llamar la atención, decir algo importante a los demás, ser reconocido por sus atributos o simplemente, ser visto. Como sabes, a veces nuestros miedos esconden necesidades y anhelos, quizás no fuiste lo suficientemente visto, o quizás aprendiste a llamar la atención para sentir que existías en tu nucleo familiar.
Cualquiera que sea el caso, creo que el miedo a ser visto en realidad significa que necesitas aprender a lidiar con la incomodidad que te produce el contacto social, asumir que sí quieres tener ese contacto y conexión con otros, y poco a poco, irte enfrentando a hacerlo.
Puede ser que seas muy sensible y empático, y sientas mucho las emociones o la actitud de las otras personas, y eso lo percibas como si estuvieras en una discoteca con luces y sonido, o sea, sobre estimulante, y que esa sobre estimulación empática o emocional no te permita estar relajado y tranquilo mientras que estás con otros.
Otra razón puede ser que tengas creencias equivocadas en tu almacén mental de creencias, que te dicen que tienes que ser como los demás, que tienes que ser bien visto, aceptado, amado, reconocido y dar siempre la mejor de las impresiones. A la mejor creciste en un ambiente familiar, social o escolar que se preocupaba mucho por las apariencias ¿quién no cierto? pero, a la mejor, tú te lo tomaste más en serio y te afecto de más, y sigues viviendo bajo esas falsas creencias y expectativas.
También existe la razón que normalmente prevalece, y es que estés necesitando mejorar y aumentar la confianza en ti y tu autoestima, pues si hay algo en ti que a ti no te gusta, que te hace sentir avergonzado, entonces, te dará miedo que los demás lo descubran y pensarás que lo verán tan sólo al verte a los ojos.
Socialmente manejamos mucho la información de que "mira a alguien a los ojos y mirarás su alma", y sí, y no. A veces sí puedes sentir algo de la otra persona al ver su mirada, pero eso que sientes, casi siempre es producto de tu propia proyección mental.
Por eso hay personas que sentirán una cosa al ver tu mirada, y personas que sentirán otra cosa totalmente diferente. No depende de ti, y no tienes que modificar ni mejorar tu mirada. Más bien, se trata de dejarla ser.
Pero sí es un hecho que a través de la mirada de cierta forma nos relacionamos con los demás, y podemos "decir cosas con la mirada", pero quizás, no las cosas que crees que los otros pueden escuchar de tu mirada, las cuales en este momento seguramente nada más aluden a cosas negativas.
Y si ese fuera el caso, que vieran tu tristeza, tu ansiedad a través de tu mirada... ¿cuál sería el problema? ¿no será acaso eso lo que estés necesitando? ¿que alguien mire en tu corazón lo que estás viviendo?
También puedes escuchar este audio donde te platico más acerca del miedo a ser visto y hablar en público.
Recuerda que detrás de cada miedo hay algún mensaje, aprendizaje sobre ti mismo por recibir y que el problema no es en sí lo que parece, sino quizás algo más profundo que estés necesitando atender, resolver y escuchar para sentirte más cómodo contigo y con los demás, y no sólo eso, sino poder disfrutar de esta experiencia humana de entrar en contacto con otros.