Con problemas me refiero a tus miedos (miedo a la soledad, al rechazo, al abandono, a sentirte indefenso).
Esperas a que llegue una pareja para que te des cuenta que alguien más sí quiere estar contigo, para que puedas dejar de sentirte sólo, para no ser tan diferente a los demás, para sentirte acompañado cuando quieras salir a algún lado, inclusive para dormir, para encontrar consuelo, consejo, amistad y por qué no, momentos de pasión.
Y el problema aquí es que esperas y esperas tantas cosas, que cuando llega la otra persona a tu vida, depositas en ella todas esas expectativas que casi casi se vuelven exigencias que ha de cumplir. Y es por eso que entonces se nos disparan sensaciones extrañas en las que constantemente necesitas que el otro te confirme que es contigo con quien quiere estar y con nadie más, sensaciones en las que cualquier gesto de indiferencia te hace sospechar de que ya no te ama, sensaciones en las que te sientes incómodo si no te dice o hace lo que a ti te gustaría que hiciera o dijera. Esto también es parte de la codependencia, en la que ya no te encuentras a tí mismo sin la otra persona.
¿Y entonces? dejas de conocer a la persona que tienes a lado, dejas de aceptarla y de recibir lo que realmente sí te está dando, pues como tú ya venías desde tu soltería con una serie de expectativas, te enfocas en ver si está cubriendo esas exigencias o no, y poco a poco te vas dando cuenta de que no las cubrirá, te vas volviendo más exigente, te pones más tenso, y llega un momento en el que estás seguro o segura que ya no te ama, y que es muy probable que te deje, y se vuelve a activar el miedo a la soledad que venías cargando desde antes, y empiezas a actuar de manera más extraña aún, más miedosa, más aprehensiva, y boom!! bienvenida la ansiedad.
Llega la ansiedad pues ahora no sólo tienes miedo de no encontrar a alguien que quiera estar contigo, sino de que esa persona que es tan importante para ti te abandone, te engañe o te lastime. Y al vivir con tanto miedo, dejas de ser tú mismo, dejas de escuchar tu voz interna y de hacer las cosas que te gustan hacer, te conviertes en una persona que desea complacer y ser merecedora del amor de la otra persona, temerosa a que no te lo de, y con los ojos bien abiertos para descubrir cualquier amenaza que pueda atentar contra tu relación, o cualquier indicio de que la otra persona no es lo que tu esperas que sea, o te de lo que esperas recibir.
Entonces aquí hay una secuencia de errores que cometemos pues simplemente no hemos aprendido lo que es el verdadero amor de pareja, el cual, has de experimentar hacia ti mismo en un principio, en aquellos días, meses o años en los que has tenido la oportunidad de estar soltero.
Aquí va entonces los principales problemas que creo que reflejan que vienes arrastrando miedos desde la soltería:
Si te identificas con más de tres puntos de esa lista, es muy probable que te encuentres necesitando a tu pareja, más que amándola. O sea, que necesitas que tu pareja haga, diga o sienta ciertas cosas, para que tu tengas cubiertas tus necesidades insatisfechas de sentirte segura, querida y aprobada. Y eso, es muy diferente al amor que libera, que nutre y que fortalece.
Si ya estás con una pareja, date la oportunidad de conocer a la otra persona tal y como es, observar qué sí hace y dice, y preguntarte si así como es lo quieres aceptar. Intenta descubrir cuales son esas necesidades que no sientes que están cubiertas, y descubre que solamente tú puedes satisfacerlas, y que mientras más deposites esa satisfacción en manos de alguien más, más frustrado te sentirás en ver que no se logra.
Y estés con una pareja o no, te invito a que encuentres la manera de tú mismo o tú misma satisfacer esa necesidad de sentirte segura, querida y aprobada. Y que aunque no estés con pareja, puedes hacerte cargo de tu persona, amarte y sentirte satisfecho.
Creo que el lugar de una pareja en nuestra vida es un lugar que solamente esa persona puede ocupar, pero es un lugar que no llega a llenar un vacío dentro de nosotros, sino un complemento con el que podemos disfrutar y aprender, pues es el reflejo de nuestra persona, y nos regala la oportunidad de ser nuestro maestro, en cuanto a que aprendemos de nosotros mismos.
Y creo que el lugar que le hemos dado a la pareja, y que observo constantemente que genera tristeza y angustia en las personas, pues por más que lo intentamos no llena ese lugar, es el de aquella persona que hará todo lo que nosotros queremos que haga, que nos hará sentir seguros de su amor constantemente, que nos hará sentir que somos la persona más bella y deseada del universo, que nos hará sentir que alguien sí quiere estar con nosotros, y que nos alejará de los sentimientos extraños de sentirte sólo. Y pues… me temo que la cosa no funciona así, creo que si no somos capaces de sabernos y sentirnos seguros, bellos y queribles por nosotros mismos, por más que nos esforcemos, nadie logrará esa enorme misión.